Wuhan.- China ha probado con éxito en el aeropuerto de Shashi, en la provincia central de Hubei un avión no tripulado (UAV) con paracaídas de deslizamiento construido por la compañía Aviation Industry Corporation of China con el objetivo de reducir la contaminación atmosférica.
La lucha contra la contaminación atmosférica ha sido la prioridad de la agenda de trabajo del Gobierno chino, pero una prolongada niebla tóxica que envolvió alrededor del 15% del territorio del país una semana antes de la sesión parlamentaria anual añadió urgencia al asunto. El máximo legislador chino, Zhang Dejiang, se comprometió el domingo a fortalecer la legislación ambiental y la supervisión de las emisiones contaminantes, mientras Pekín continúa siendo víctima de la prolongada niebla tóxica.
El UAV probado ahora pulveriza agentes químicos que detienen y hacen caer los elementos contaminantes. Los promotores de esta iniciativa consideran que este vehículo puede ser más barato y eficaz que los autómatas terrestres usados con anterioridad. Además esta máquina puede ser usada en operaciones de rescate, para tomar fotografías o en agricultura para realizar las siembras.
"Incluso en la niebla más espesa, el UAV es capaz de seguir una ruta precisa", dijo el ingeniero Guo Haijun, añadiendo que las alas flexibles del nuevo avión cuentan con una estructura aerodinámica y el modelo está equipado con tecnología de control de navegación autónoma y de lanzamiento.
China registra con frecuencia la contaminación atmosférica, pero las medidas tradicionales contra la misma resultan caras y comportan altos riesgos. El UAV, en cambio, puede diseminar un agente catalizador en el aire con este fin reduciendo los costes y riesgos significativamente.
Según el ingeniero Haijun, el avión es más fácil de controlar y goza de vuelos más duraderos, fluidos y seguros. Por su parte, un experto de la oficina regional de modificación climática señaló que "este UAV puede usarse ampliamente para hacer frente a la contaminación en el futuro".