Madrid.– El Colegio Oficial de Pilotos de la Aviación Comercial (COPAC) reitera la necesidad de regular el sector y adoptar medidas que mejoren la seguridad operacional de los trabajos aéreos, una labor que requiere el esfuerzo y colaboración de administraciones, operadores y profesionales.
En este sentido, el Colegio de Pilotos valora positivamente la disposición de la Dirección General de Aviación Civil (DGAC) para afrontar el reto que supone mejorar el sector de trabajos aéreos y helicópteros.
Ayer fue recuperado el cadáver del piloto fallecido en el trágico accidente de helicóptero mientras participaba en la extinción del incendio forestal iniciado en el interior de la provincia de Valencia. Los restos mortales de José Agustín Nieva Gómez, de 59 años, coronel de infantería en la reserva y padre de tres hijos, dos de ellos policías nacionales, fueron hallados en el embalse de Forata, a 16 metros de profundidad. El piloto era natural de Madrid pero tenía residencia en Sevilla. Era componente de la XXXI promoción de la Academia General Militar y estuvo destinado en el Regimiento de Infantería Soria 9, en la Unidad de Helicópteros (UHEL IV) y en el Batallón de Helicópteros de Maniobras (BHELMA IV).
El COPAC lamenta su fallecimiento y transmite sus condolencias a los familiares y compañeros de la víctima. Así mismo, el COPAC desea una rápida recuperación del piloto y el copiloto del segundo helicóptero accidentado en la Sierra Martés (Valencia).
Al margen de las causas del trágico suceso, que se conocerán tras la investigación técnica, el COPAC recuerda que la siniestralidad en el sector de los helicópteros no ha mejorado en los últimos años, siendo precisamente las operaciones de extinción de incendios las que registran los peores índices. En la última década han fallecido 23 personas mientras participaban en la lucha contraincendios.
Además, en incendios tan graves y virulentos como los de Valencia es fundamental garantizar una correcta coordinación aérea debido a la aglomeración de aeronaves en espacios aéreos reducidos, los problemas de comunicación y la complejidad del entorno en que se realizan estas operaciones, con altas temperaturas y baja visibilidad por el humo.
Por último, el COPAC destaca la enorme labor social que realizan los pilotos de extinción de incendios, cuya experiencia y profesionalidad permiten combatir los daños devastadores del fuego y preservar el medio natural.