Virgin Galactic anunció este lunes la tripulación de su séptimo vuelo espacial y segundo vuelo espacial comercial, Galactic 02, que llevará a tres pasajeros privados al espacio, logrando varios hitos históricos y promoviendo la misión de la compañía de ampliar el acceso al espacio.
VSS Unity llevará a Jon Goodwin de 80 años, atleta olímpico y primer poseedor de boletos de Virgin Galactic, así como a Keisha Schahaff y Anastatia Mayers, un dúo caribeño de madre e hija que ganó sus asientos en un sorteo que recaudó fondos para la organización sin fines de lucro Space for Humanity.
“La tripulación dinámica y multinacional destaca el papel que puede desempeñar la industria espacial comercial en la eliminación de las barreras que alguna vez existieron para convertirse en astronauta”, señala la compañía, que recuerda que, hasta la fecha, menos de 700 personas han viajado al espacio, con poca diversidad entre ese grupo. La misión de Virgin Galactic es cambiar eso, comenzando con una comunidad de 800 futuros astronautas que representa a más de 60 naciones diferentes.
La misión Galactic 02 logrará una serie de hitos históricos, mostrando el poder de cada vuelo espacial de Virgin Galactic para ayudar a redefinir quién llega a ser astronauta. Así, VSS Unity llevará al espacio a: los primeros astronautas del Caribe; el primer dúo madre-hija en ir al espacio; el primer atleta olímpico en ir al espacio; la segunda persona más joven en ir al espacio; y la segunda persona con Parkinson en viajar al espacio.
Michael Colglazier, CEO de Virgin Galactic, ha afirmado que “este vuelo destaca dos de las principales aspiraciones de Virgin Galactic: aumentar el acceso al espacio e inspirar a las personas de todo el mundo. Cada uno de estos astronautas son modelos a seguir y faros de inspiración en sus comunidades. Ver a Keisha, Ana y Jon embarcarse en esta experiencia transformadora ayuda a demostrar que el espacio ahora se está abriendo a una población más amplia y diversa en todo el mundo”.
Por su parte, Jon Goodwin, ha asegurado que “desde convertirme en un atleta olímpico hasta navegar en canoa entre los picos de Annapurna, ganar una carrera de seis días en el Círculo Polar Ártico, escalar el Monte Kilimanjaro (y volver a bajar en bicicleta), siempre he disfrutado enfrentar nuevos desafíos. Cuando me diagnosticaron la enfermedad de Parkinson en 2014, estaba decidida a no dejar que se interpusiera en mi manera de vivir la vida al máximo. Y ahora, para mí, ir al espacio con Parkinson es completamente mágico. Espero que esto inspire a todos los demás que enfrentan la adversidad y les muestre que los desafíos no tienen que inhibirlos o impedirles perseguir sus sueños”.