El director de Sistemas de Transporte Espacial de la ESA, Daniel Neuenschwander, y el director general de Avio, Giulio Ranzo, firmaron este lunes en la sede del Ministerio de Empresas, en presencia del ministro Adolfo Urso, dos contratos por valor de 285 millones de dólares, que forman parte de las iniciativas de la industria espacial italiana para implementar «NextGenerationEU» con el objetivo de potenciar las capacidades tecnológicas para el acceso al espacio.
Para la ejecución de estos contratos, el gobierno italiano ha delegado el papel de Asistencia Técnica a la Agencia Espacial Europea (ESA), que actuará como Órgano de contratación. El objetivo es aprovechar las habilidades desarrolladas en Italia desde principios de la década de 2000 a través de los programas Vega, Vega C y Vega E para el desarrollo de tecnologías de propulsión de nueva generación y arquitecturas de sistemas de lanzamiento.
«La firma de hoy es importante para lograr los objetivos del PNRR para el sector espacial. Una vez más, se reafirma nuestro compromiso con un sector crucial, en el que Italia puede y debe tener un papel de liderazgo gracias al trabajo realizado por las empresas italianas, cuya tecnología recibe reconocimiento unánime», dijo el ministro Urso, durante la ceremonia de firma.
«La firma de hoy es el primer hito de un camino que seguramente sea positivo – continuó Urso – Sólo puedo desear el mejor de los éxitos a las iniciativas y proyectos que surgirán de estos dos contratos, que potenciarán toda la cadena de suministro del sector».
Tras el inicio de actividades, con los contratos de las etapas preliminares firmados en junio pasado, una fase más operativa de dos programas de desarrollo clave para Avio y, más en general, para el crecimiento de las habilidades italianas en el sistema de propulsión y lanzamiento, comenzarán las tecnologías de la arquitectura.
El primer programa, denominado STS y financiado con 181,6 millones de euros hasta su finalización, se dedicará al desarrollo, para 2026, de un demostrador de vuelo de nuevos tecnologías y proyectos específicos para un lanzador ligero de dos etapas con líquido de propulsión de oxígeno y metano, con un impacto ambiental reducido.
Se esperan avances en el campo de los tanques criogénicos de materiales compuestos, los sistemas de separación no pirotécnicos y los sistemas integrados de aviónica basados en extracción de hardware y software aeronáutico.
El segundo programa, denominado HTE y financiado con 103,7 millones de euros hasta su finalización, se dedicará al desarrollo de un nuevo motor de oxígeno líquido y metano con tecnología de alto rendimiento, impacto ambiental reducido y alto empuje, con su diseño detallado y la realización de demostradores cada vez más complejos hasta la prueba de calificación en tierra para 2026.