La compañía aérea Virgin Australia se ha declarado en concurso de acreedores tras no lograr un acuerdo de rescate con el gobierno. El objetivo de esta medida es recapitalizar el negocio y ayudar a que la aerolínea emerja en una posición financiera más sólida tras la crisis del Covid-19.
La Junta Directiva del grupo ha designado a Vaughan Strawbridge, John Greig, Sal Algeri y Richard Hughes de Deloitte como administradores voluntarios de la compañía y varias de sus subsidiarias. Velocity Frequent Flyer, aunque es propiedad del grupo, es una compañía separada y no entra dentro del concurso de acreedores.
Los administradores contarán con el apoyo del equipo de gestión actual del grupo, dirigido por el director ejecutivo, Paul Scurrah, y trabajarán en estrecha colaboración con los miembros del equipo, proveedores y socios durante todo el proceso.
El administrador, Vaughan Strawbridge, asegura que “nuestra intención es emprender un proceso para reestructurar y refinanciar el negocio y sacarlo del concurso lo antes posible”. “Hemos comenzado un proceso de búsqueda de interés de las partes para participar en la recapitalización del negocio y su futuro, y hasta ahora ha habido varias muestras de interés”, explica Strawbridge.
Por su parte, Scurrah, comenta que “nuestra decisión de hoy es asegurar el futuro del grupo Virgin Australia y emerger al otro lado de la crisis del Covid-19. En 20 años, el Grupo Virgin Australia se ha ganado su lugar como parte del tejido de la industria turística de Australia. Empleamos a más de 10.000 personas y otras 6.000 indirectamente, volamos a 41 destinos, incluidas las principales ciudades y comunidades regionales, tenemos más de 10 millones de miembros de nuestro programa de lealtad Velocity y contribuimos con alrededor de 11.000 millones de dólares a la economía australiana cada año”.
Además, añade que “Australia necesita una segunda aerolínea y estamos decididos a seguir volando. Virgin Australia desempeñará un papel vital en la recuperación de la economía australiana después de la pandemia del Covid-19 garantizando que el país tenga acceso a viajes aéreos competitivos y de alta calidad”.
La aerolínea continuará operando sus vuelos ya programados, tanto nacionales como internacionales, que transportan a trabajadores esenciales, mantienen corredores de carga importantes y devuelven a los australianos a sus hogares.