El tercer intento de prueba de la Nasa de lanzamiento de la misión Artemisa I volvió a registrar un fallo. El pasado jueves, mientras cargaban hidrógeno líquido (LH2) en la etapa central del cohete Space Launch System (SLS), los ingenieros detectaron una fuga en el mástil de servicio de cola, que se encuentra en la base del lanzador móvil y se conecta a la etapa central.
Aunque los ingenieros dejaron de cargar LH2 y oxígeno líquido (LOX) en la etapa central, el director de lanzamiento aprobó que los equipos enfriaran las líneas ICPS LH2 para recopilar datos adicionales y completar esa actividad.
La Nasa comenzó el pasado martes con un procedimiento de prueba modificado y concluyó el jueves. La prueba se centró en el uso de los sistemas terrestres en el puerto espacial Kennedy para cargar combustible en los tanques de la etapa central del cohete SLS, con operaciones mínimas de combustible en la etapa superior.
Los ingenieros encontraron la fuga de hidrógeno líquido lo que impidió que el equipo completara la prueba. Antes de finalizar la misma, los equipos pudieron recopilar datos adicionales al enfriar las líneas utilizadas para cargar el propulsor en la etapa superior. El cohete permanece en una configuración segura mientras los equipos evalúan los próximos pasos.
Los ingenieros no cargarán LH2 o LOX en los tanques ICPS debido al problema con una válvula de retención de helio registrado anteriormente. Cuando los equipos detuvieron la carga el jueves, había alrededor del 49% de LOX en la etapa central y alrededor del 5% de LH2 en el tanque de la etapa central antes de la fuga de hidrógeno.
La cuenta atrás de la terminal tampoco se produjo debido a las configuraciones modificadas y los retrasos con la carga del propulsor. Los equipos están reevaluando los próximos pasos y determinarán un plan a seguir después de la prueba del jueves, indicó la Nasa.