En vísperas del aniversario del accidente del B737 MAX de Ethiopian Airlines, ocurrido el 10 de marzo de 2019 y que causó la muerte de 157 personas, la Comisión etíope de Investigación de Accidentes concluye provisionalmente que el accidente fue causado por el diseño del avión, según un borrador del informe distribuido entre los participantes en la investigación y al que tuvo acceso Bloomberg.
La filtración de dicho informe se produce un día después de que trascendiera en la prensa norteamericana la opinión del nuevo CEO de Boeing, David Calhoun, señalando que los pilotos de los B737 MAX accidentados “no tenían la experiencia que tienen aquí, en los EEUU”.
Las conclusiones del borrador de la Comisión de Etiopía, que apenas dicen nada sobre la relación que la aerolínea Ethiopian Airlines o su tripulación de vuelo pudieron tener en el accidente, han generado preocupación entre algunos de los participantes en la investigación, según fuentes conocedoras del texto preliminar.
El borrador etíope contrasta con las conclusiones del Comité Nacional de Seguridad del Transporte de Indonesia sobre el accidente anterior de un 737 MAX de Lion Air en octubre de 2018. Los investigadores indonesios citaron múltiples factores en el accidente, entre ellos, el diseño del avión, el mantenimiento deficiente y las actuaciones de los pilotos.
Las conclusiones, que incluyen recomendaciones, solo están en forma de borrador y podrían modificarse antes de su publicación. Es posible que la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) estadounidense pueda reclamar modificaciones en el informe u ofrecer un voto particular disidente.
Según la normativa de la OACI, Etiopía debería publicar un informe final antes del 10 de marzo, primer aniversario del accidente, y las otras naciones que participan en la investigación deberían tener 60 días antes para emitir sus comentarios. El informe etíope no fue enviado para hacer comentarios hasta hace aproximadamente una semana, según una de las fuentes informantes.
La NTSB recibió una copia del borrador del informe provisional, dijo su portavoz Eric Weiss, quien indicó que la Junta nacional de Seguridad en el Transporte no puede comentar sobre el contenido del borrador.
El vuelo 302 de Ethiopian Airlines siniestrado hace un año registró el fallo de un sensor momentos después del despegue. Esto activó una característica de seguridad conocida como Sistema de aumento de características de maniobra (MCAS) que se programó para bajar automáticamente el morro del avión y se activó aproximadamente 80 segundos en el vuelo.
Un informe preliminar publicado por los investigadores etíopes en el pasado mes de abril concluyó que el sistema MCAS jugó un papel determinante en el accidente. Pero también dijo que los pilotos habían dejado que el avión volara demasiado rápido, lo que dificultó su control. Los pilotos comenzaron un procedimiento de Boeing para desactivar el MCAS, pero aparentemente reactivaron el sistema poco antes de que el avión entrara en una inmersión pronunciada, según el informe preliminar.
Un comité del Congreso de los EEUU publicó el viernes pasado las conclusiones preliminares de su investigación, acusado el regulador norteamericano (FAA) y a Boeing de una serie de errores de diseño y seguridad. El diseño y desarrollo del B737 MAX «se vio empañado por fallos técnicos de diseño, falta de transparencia tanto con los reguladores como con los clientes, y los esfuerzos para ofuscar información sobre la operación de la aeronave», dijo el Comité de Transporte e Infraestructura de la Cámara en un resumen de los hallazgos preliminares de su investigación de casi un año sobre el B737 MAX.