El aeropuerto de Hamburgo permaneció cerrado desde poco después de las ocho de la tarde del pasado sábado y durante buena parte del domingo a causa de la irrupción de un hombre armado que, invadiendo la zona de seguridad, condujo su vehículo con su hija de cuatro años dentro, hasta la pista y lo estacionó cerca de un avión lleno de viajeros.
Los pasajeros a bordo de ese avión y de otros próximos fueron evacuados, escoltados por agentes policiales fuertemente armados a través de la pista hasta un autobús y trasladados a un hotel próximo.
El hombre, de 35 años y, al parecer, de nacionalidad turca, disparó al menos un tiro al aire. También se vieron dos pequeños incendios sobre la pista. La Policía negoció con el hombre en turco durante toda la noche. Después de 18 horas de tensión, el hombre salió del coche con su hija y fue detenido sin ofrecer resistencia, según informó la Policía a través de las redes sociales.
«Las operaciones de vuelo en el aeropuerto de Hamburgo tuvieron que suspenderse a partir de las 20:24 horas debido a una operación policial. El operativo policial continúa, por lo que las operaciones aéreas permanecerán suspendidas por tiempo indefinido. Como resultado de esta interrupción, habrá numerosas cancelaciones y retrasos de vuelos», informaba el aeropuerto.
En efecto, según el balance de las autoridades aeroportuarias, el sábado se cancelaron seis salidas y cuatro llegadas. Un total de 17 aviones que llegaban fueron desviados a otros aeropuertos. En consecuencia, se vieron afectados 27 vuelos con alrededor de 3.200 pasajeros.
A media tarde del domingo, tras la detención del causante del problema, el impacto de su actuación se resumía así por las autoridades aeroportuarias: “Para hoy estaban previstos un total de 286 vuelos (139 salidas y 147 llegadas) con alrededor de 34.500 pasajeros. Actualmente, ya se han cancelado 126 vuelos (70 salidas y 56 llegadas). Cinco llegadas han sido desviadas a otros aeropuertos. Habrá más cancelaciones y retrasos a lo largo del día”.