Un fallo del control del tráfico provocó el pasado domingo la cancelación de más de 300 vuelos en Filipinas. El sistema de tráfico aéreo, que se apagó por la mañana, se restauró parcialmente por la tarde ese mismo día, según pudo confirmar la Autoridad del Aeropuerto Internacional de Manila (MIAA).
Según el sindicato profesional independiente de controladores aéreos (Spica), el caos se adueñó de los miles de pasajeros que quedaron atrapados el día de Año Nuevo en los aeropuertos de Manila y Cebú, tras una posible pérdida de comunicación en el Centro de Gestión del Tráfico Aéreo de Filipinas (ATMC) que provocó que alrededor de 300 vuelos fueran cancelados, desviados o retrasados.
Se trató de un fallo en el sistema de navegación del tráfico aéreo y cortes de energía, según confirmó la Autoridad de Aviación Civil de Filipinas, que convirtió al país en una “zona de exclusión aérea” durante varias horas del domingo, primer día del año, afectando a los más de 60.000 pasajeros programados para llegar o salir del aeropuerto internacional Ninoy Aquino en Manila y otros aeropuertos del país, informó Tribune.net.
El secretario de Transporte de Filipinas, Jaime Bautista, manifestó que el problema con el suministro de energía ese día provocó una “pérdida de comunicación, radio, radar e internet” que originó que numerosos vuelos se vieran afectados, sin embargo, por parte de los funcionarios de transporte, se esperaba que tarde o temprano se produjese un fallo de este tipo, ya que el sistema de tráfico aéreo controlado por la Autoridad de Aviación Civil de Filipinas (CAAP) está supuestamente obsoleto y aún “no se cuenta con planes concretos para reemplazarlo”, publica Philstar.com
Parece ser que el sistema CNS/ATM (Comunicaciones, Navegación, Vigilancia y Administración del Tráfico Aéreo) está tan desactualizado que el director general de la CAAP, Antonio Tamayo, aseguró que se habían adquirido nuevos equipos para evitar que se produjesen este tipo de incidentes.
El sistema de tráfico aéreo, que se apagó por la mañana, se restauró parcialmente por la tarde ese mismo día, según pudo confirmar la MIAA a través de un comunicado, una vez activado el equipo de gestión de crisis, que reúne a “agencias clave de aviación y aeropuertos para un enfoque multidisciplinario para amortiguar el impacto del incidente”.