Después de casi tres meses de huelga, más de 3.200 trabajadores del Sindicato IAM (Asociación Internacional de Maquinistas y Trabajadores Aeroespaciales) rechazaron la última oferta de Boeing, enviando un mensaje claro de que la compañía no ha abordado las prioridades centrales de su fuerza laboral calificada y dedicada, según anunció el sindicato en un comunicado.
“Boeing afirmó haber escuchado a sus empleados; el resultado de la votación de hoy demuestra que no lo han hecho”, declaró Brian Bryant, presidente internacional del sindicato IAM. “Los ejecutivos de Boeing siguen insultando a quienes construyen las aeronaves militares más avanzadas del mundo: los mismos aviones y sistemas militares que mantienen seguros a nuestros militares y a nuestra nación. Nuestros miembros no se dejarán engañar por estrategias de relaciones públicas. Ya es hora de que Boeing deje de escatimar en costes a los trabajadores que hacen posible su éxito y negocie un trato justo que respete su habilidad y sacrificio”.
En septiembre, los miembros del Distrito 837 de la IAM aprobaron una propuesta, previamente ratificada, que le dio a Boeing un camino claro para poner fin a la huelga y volver al trabajo. Dicha propuesta, según el sindicato, se centró en tres prioridades fundamentales:
– Una verdadera seguridad en la jubilación después de que Boeing eliminara las pensiones hace una década, incluidas las contribuciones del empleador al plan 401(k) equivalentes a las que ganaban los miembros del sindicato IAM en el noroeste del Pacífico.
– Aumentos salariales más fuertes que se mantengan al día con la inflación y recompensen de manera justa a los miembros más experimentados y altamente calificados que hacen que los programas de defensa de Boeing sean exitosos.
– Una bonificación de ratificación que se acerca más a la que Boeing ha proporcionado a sus trabajadores no sindicalizados en Carolina del Sur y a los miembros del sindicato IAM en el noroeste del Pacífico.
La oferta prerratificada del sindicato IAM añadiría aproximadamente 50 millones de dólares en cuatro años, pero Boeing sigue rechazándola mientras observa cómo sus programas de defensa se retrasan, según concluye el comunicado del sindicato.











