La aerolínea suiza Swiss ha anunciado que, en vista de que la situación provocada por la pandemia perdura, debe hacer frente a cambios estructurales. De este modo, va a reducir un 15% su flota y un 20% su plantilla, lo que supone el despido de cerca de 1.700 empleados.
Así, en un comunicado la compañía asegura que, debido a una caída del 20% de la demanda en general a medio plazo y de una continua ausencia de recuperación de la industria, “ahora parece inevitable una reestructuración de Swiss que se extienda más allá de las medidas de ahorro de costes ya iniciadas”.
En este sentido, Dieter Vranckx, CEO de Swiss, asegura que “ha quedado cada vez más claro que nuestro mercado está experimentando cambios estructurales y que, a pesar de las acciones que tomamos rápidamente en respuesta a la pandemia, ahora parece inevitable una reestructuración de nuestra empresa”.
La reducción de plantilla incluye los recortes iniciados en 2020 con las salidas voluntarias de los empleados, que suponen un total de 1.000 trabajadores a tiempo completo. No obstante, ahora plantea el despido de hasta 780 empleados, de los cuales 200 son personal de tierra, 400 personal de cabina, 120 pilotos y 60 técnicos.
“Lamento inmensamente que, después de tantos años de éxito con un equipo tan grandioso, ahora tengamos que considerar un paso tan doloroso”, dice Vranckx. “Desafortunadamente, la situación sigue siendo un desafío extremo y continúa exigiendo una rigurosa disciplina de costes y eficiencia. Sin embargo, estamos convencidos de que, con la reestructuración que prevemos, saldremos de esta crisis con más fuerza y con más posibilidades de devolver a Swiss a un éxito sostenible en la ‘Nueva Normalidad’”, asegura el directivo.
Esta reestructuración, que incluye un cambio de tamaño y una transformación corporativa, permitirá alcanzar un ahorro de costes global de aproximadamente unos 500 millones de francos suizos. “Nuestro objetivo es reembolsar nuestros préstamos bancarios lo antes posible y conservar de forma sostenible nuestras credenciales competitivas y recuperar nuestra capacidad de inversión”, señala el CEO del grupo.
Reducción de la flota
La actual flota de la compañía consta de 90 aviones. Como resultado de la reestructuración, la flota de corta y media distancia se reduciría de 69 a 59 aviones mediante la retirada de los equipos de la familia Airbus A320. En la larga distancia, la aerolínea planea reducir su flota de 31 a 26 aviones, retirando cinco de sus Airbus de larga distancia.
Como resultado de la disminución de la demanda, es probable que las frecuencias se reduzcan desde sus niveles de 2019 en rutas de corto, medio y largo recorrido. Además, es posible que aún no se restablezcan los servicios en algunas rutas intercontinentales directas.
Todos estos planes y propuestas seguirían teniendo plenamente en cuenta la condición de la Confederación Suiza al garantizar los préstamos bancarios necesarios, es decir, que el programa de vuelos de Swiss debería seguir desarrollándose en proporción al programa de vuelos global de las aerolíneas del Grupo Lufthansa.