Spirit AeroSystems, el principal proveedor de Boeing, ha anunciado este miércoles la suspensión por tiempo indefinido de la producción de aviones para Boeing y el despido de los trabajadores que trabajan para el constructor aeronáutico norteamericano en las factorías de Kansas y Oklahoma.
El pasado lunes, Spirit recibió una comunicación de Boeing ordenando la suspensión hasta nuevo aviso de todas las entregas a sus instalaciones en el estado de Washington y Carolina del Sur. En consecuencia, Spirit ha detenido la producción de los programas de Boeing, sujeto a ciertas excepciones, que se realiza en sus instalaciones en Wichita, Kansas, y en Tulsa y McAlester, Oklahoma, por un período de tiempo indefinido. El trabajo de Spirit Defense, así como Airbus y otros trabajos que no sean de Boeing continuarán en dichas instalaciones, señala la empresa norteamericana.
A raíz de la suspensión de la fabricación del 737 MAX a partir del pasado 1 de enero, Spirit inició las siguientes acciones para reducir costes:
– Se llevaron a cabo recortes de plantilla de 2.800 empleados en Wichita, Kansas y 400 empleados en Oklahoma.
– Se Inició un programa de despido voluntario para 850 trabajadores.
– Se aplazaron más de 120 millones de dólares de gastos de capital.
– Se ampliaron contratos sindicales para empleados representados por IAM e IBEW por tres años.
– Se negoció una enmienda a su línea de crédito que preveía un alivio del convenio en 2021 y aseguró una línea de crédito a corto plazo de 375 millones de dólares.
– Se redujo el dividendo.
– Continuó la suspensión de su programa de recompra de acciones.
– Se negoció un nuevo acuerdo de producción con Boeing; se extendió el contrato del B737 MAX hasta 2033; se recibió un adelanto de 225 millones de dólares de Boeing y un reembolso diferido hasta 2022 de 123 millones de dólares por adelantado de Boeing.
Spirit tenía a finales de año 18.200 empleados, de ellos 15.900 de ellos en los Estados Unidos.