La empresa aeroespacial estadounidense SpaceX, que tenía previsto para este domingo el lanzamiento de la misión USSF-52, con el avión espacial secreto X-37B del Ejército de EEUU a bordo de un Falcon Heavy y pospuso su despegue para el lunes, lo ha vuelto a retrasar.
“SpaceX tiene como objetivo no antes del martes 12 de diciembre para el lanzamiento de Falcon Heavy de la misión USSF-52 en órbita desde el Complejo de Lanzamiento 39A (LC-39A) en el Centro Espacial Kennedy de la Nasa en Florida”, indicó la empresa en un nuevo comunicado en el que no explica los motivos de los sucesivos aplazamientos.
Este será el quinto lanzamiento y aterrizaje de estos propulsores laterales Falcon Heavy, que anteriormente apoyaron a la misión USSF-44, USSF-67, Hughes JUPTER 3 y Psyche de la Nasa. Tras la separación de los propulsores, los dos propulsores laterales del Falcon Heavy aterrizarán en las zonas de aterrizaje 1 y 2 de SpaceX (LZ-1 y LZ-2) en la Estación de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral en Florida, añadió la compañía.
Estas pruebas incluyen operar el avión espacial reutilizable en nuevos regímenes orbitales, experimentar con futuras tecnologías de conocimiento del dominio espacial e investigar los efectos de la radiación en los materiales proporcionados por la Nasa.
“Estamos entusiasmados de ampliar el alcance de las capacidades reutilizables del X-37B, utilizando el módulo de servicio probado en vuelo y el cohete Falcon Heavy para realizar múltiples experimentos de vanguardia para el Departamento de la Fuerza Aérea y sus socios», dijo el teniente coronel Joseph Fritschen, director del programa X-37B.
La Misión X-37B 7, también conocida como OTV-7, ampliará el conocimiento de la Fuerza Espacial de EEUU sobre el entorno espacial experimentando con futuras tecnologías de concienciación del dominio espacial. Estas pruebas son fundamentales para garantizar operaciones seguras y estables en el espacio para todos los usuarios del dominio.