Como parte del programa de tripulación comercial de la Nasa, SpaceX ha estado probando el sistema de paracaídas de la Crew Dragon, que se compone de dos paracaídas drogue y cuatro paracaídas de vela de anillo, el mismo tipo que se utiliza habitualmente para las misiones espaciales con tripulación.
En los últimos cuatro años, SpaceX ha completado 30 pruebas de caída y 18 pruebas de nivel de su sistema de paracaídas, incluida la exitosa prueba de vuelo de la misión Demo-1. A través de esta campaña de prueba, el equipo de SpaceX, en asociación con la Nasa, ha obtenido información que podría cambiar la forma en que se desarrollan, prueban e integran los paracaídas en el diseño de las naves espaciales. A lo largo de este proceso, la Nasa ha compartido las lecciones aprendidas de su propio patrimonio de vuelos espaciales con humanos para ayudar en el desarrollo del paracaídas.
Uno de los descubrimientos más relevantes es una mejor comprensión del diseño de la seguridad en el grupo de paracaídas. En concreto, la Nasa y SpaceX tienen ahora una mayor comprensión de lo que se denomina «Factor de Asimetría», una parte integral de cómo se mide y pesa la seguridad en el diseño.
Este factor de asimetría es un indicador de distribución desigual de la carga entre líneas de suspensión individuales unidas a la cubierta del paracaídas. A medida que se despliega un grupo de paracaídas, el primer paracaídas que se abre puede amontonarse o golpear a otros cuando se abren, causando una distribución desigual de la carga en los paracaídas principales. Si las líneas o las juntas no están diseñadas para dar cuenta de las irregularidades o la asimetría podrían dañarse o incluso fallar.
En abril de 2019, SpaceX realizó una prueba de desarrollo diseñada para simular la pérdida de uno de sus cuatro paracaídas principales. Durante la prueba, hubo un fallo inesperado que ofreció una visión única de la carga y el comportamiento del paracaídas. Los resultados de la prueba finalmente han proporcionado una mejor comprensión de la fiabilidad del paracaídas y han provocado un examen más detallado del estándar actual de la industria utilizado para calcular el factor de asimetría.
SpaceX está utilizando estos nuevos datos para calcular márgenes estructurales e influir en el diseño de paracaídas. Los resultados únicos permiten una predicción más precisa de la fiabilidad en la configuración del paracaídas de vuelo. De hecho, estos nuevos datos verificaron aún más la prueba de desarrollo exitosa más reciente de SpaceX, que simuló un aborto de la almohadilla, donde el vehículo gira a baja altitud antes del despliegue del paracaídas.
A través de estas pruebas, SpaceX ha tratado de mejorar los márgenes en sus diseños de los actuales y futuros paracaídas, utilizando materiales más robustos y refinando el modelo basado en datos de casi 50 pruebas recientes, 19 aterrizajes de paracaídas Cargo Dragon y la exitosa misión Demo-1, para garantizar que la Crew Dragon tenga el diseño de paracaídas más seguro posible.
El programa de tripulación comercial de la Nasa es una asociación público-privada con Boeing y SpaceX para aprovechar la experiencia de la agencia espacial y unirla con las nuevas tecnologías y diseños pioneros de la industria privada.