La Asamblea General Anual de Accionistas de Safran, reunida bajo la presidencia de Ross McInnes, ha señalado que entre las medidas tomadas por la compañía para dar respuesta a la crisis del Covid-19 habrá una reducción en la entrega de motores LEAP en 2020.
Así, debido a la desaceleración mundial en las entregas de nuevos aviones, Safran estima que se entregarán menos de mil motores LEAP en 2020. El objetivo del grupo es reducir significativamente sus costes y reducir el punto de equilibrio para sus negocios con el fin de beneficiarse de la recuperación cuando ocurra.
“Safran ha actuado rápidamente para adaptarse a este nuevo entorno. El plan de adaptación ya implementado a principios de año en respuesta al cierre de la producción del 737 MAX se ha intensificado significativamente”, aseguran desde la compañía.
Este plan involucra un ajuste de la plantilla del 40% en Francia y del 35% a nivel mundial a partir del 18 de mayo de 2020. Además, habrá una reducción en el número de empleados bajo contratos de trabajo permanentes en todos los negocios del grupo.
Por otra parte, no se renovarán los contratos a corto plazo, se reducirán los programas de compra en línea con la disminución de las entregas, las inversiones en casi un 60% en comparación con 2019, los gastos de I + D en un 30% en comparación con 2019 y los gastos operativos (Opex) en más del 20% en comparación con 2019.