Rolls-Royce y Reaction Engines se han unido para desarrollar sistemas de propulsión de aeronaves de alta velocidad y explorar aplicaciones para la tecnología de gestión térmica de Reaction Engines en motores de turbinas de gas aeroespaciales, tanto civiles como militares, y sistemas híbridos-eléctricos.
“Las habilidades de gestión térmica de Reaction Engines, junto con nuestras tecnologías y capacidades, nos ayudarán a medida que exploramos oportunidades en la aviación supersónica e hipersónica”, asegura Mark Thompson, director de estrategia global y desarrollo empresarial de Rolls-Royce.
Además, explorarán el uso de la tecnología de motores de reacción dentro de las turbinas de gas aeroespaciales y su posible aplicación en futuros sistemas de propulsión híbrida-eléctrica, mientras buscan hacer que volar sea cada vez más eficiente y sostenible.
Además, Rolls-Royce está realizando una nueva inversión en motores de reacción como parte de una ronda de financiación más amplia.
Las dos empresas han estado trabajando juntas desde 2018, incluida la primera fase de un contrato del Ministerio de Defensa del Reino Unido para realizar estudios de diseño, investigación, desarrollo, análisis y experimentación relacionados con sistemas de propulsión avanzados de alto Mach.
“Esta asociación estratégica se trata de desarrollar aplicaciones listas para el mercado para la tecnología de motores de reacción en motores de próxima generación y es un paso importante para nuestros planes de comercialización de tecnología”, dijo Mark Thomas, director ejecutivo de motores de reacción de Reaction Engines.
Este anuncio se produce después de las recientes asociaciones de Rolls-Royce con Virgin Galactic y Boom Supersonic, una startup que busca traer un nuevo avión supersónico al mercado.