Rocket Lab ha lanzado su cohete Electron con 30 pequeños satélites, que ha puesto en órbita terrestre baja, en su primer intento de recuperar la primera etapa del cohete.
El cohete despegó del Complejo de Lanzamiento 1 de Rocket Lab en la península de Mahia, Nueva Zelanda, en una misión llamada «Devolver al remitente» por la compañía. La etapa de arranque del cohete desplegó su carga útil en una órbita sincrónica con el sol de 500 kilómetros aproximadamente una hora después del despegue.
Sin embargo, lo más importante de este lanzamiento es la capacidad de la compañía de recuperar la primera etapa del cohete, que descendió en un amerizaje guiado con paracaídas en el Océano Pacífico, a unos 650 kilómetros de la costa de Nueva Zelanda.
Lograr el objetivo de la reutilización hará que las misiones de Electron sean significativamente más baratas para Rocket Lab y sus clientes, asegura Peter Beck, director ejecutivo de Rocket Lab. No obstante, lo que está claro es que con este éxito se incrementará la producción de cohetes y frecuencias de lanzamiento. “Incluso si es económicamente neutral, el hecho de que no tengamos que construir más vehículos en la misma fábrica es una gran ventaja”, comentó Beck.
Rocket Lab planea recuperar cohetes Electron usando helicópteros, una técnica que probó en marzo pasado durante una prueba de caída con un refuerzo simulado. El Electron, de 18 metros, es demasiado pequeño para hacer descensos motorizados al estilo de las primeras etapas de los cohetes SpaceX, los Falcon 9. Electron no puede transportar de manera factible suficiente combustible para tener la cantidad requerida para el aterrizaje, comentó Beck.
Rocket Lab ha guiado las primeras etapas de Electron de regreso a la Tierra de forma controlada durante los lanzamientos operativos anteriores. Pero la misión «Devolver al remitente «, con el vuelo número 16 de Electron, supone la primera vez que la compañía lo hace con un paracaídas y la primera vez que se recupera un propulsor después del vuelo.