Un cohete Electron de la compañía Rocket Lab no alcanzó el pasado sábado la órbita cuando su motor de segunda etapa se apagó segundos después del encendido. El Electron despegó del Complejo de Lanzamiento 1 de Rocket Lab en Nueva Zelanda. Pero después del despegue, la combustión de la primera etapa y la separación de la misma, se detectó un fallo durante la vigésima misión de su cohete Electron ‘Running Out Of Toes’, anunció la compañía.
El problema ocurrió después del encendido de la segunda etapa, lo que resultó en la pérdida de la misión. La segunda etapa del vehículo de lanzamiento permaneció dentro del corredor de lanzamiento previsto y no causó daños al público, a los equipos de lanzamiento o recuperación de Rocket Lab ni al sitio de lanzamiento. La primera etapa de Electron completó de manera segura un aterrizaje bajo paracaídas y el equipo de recuperación de Rocket Lab está trabajando para recuperar del océano la etapa perdida.
Rocket Lab está trabajando en estrecha colaboración con la Administración Federal de Aviación (FAA) para investigar la anomalía e identificar la causa raíz para corregir el problema en misiones futuras.
“Hemos lamentado profundamente ante nuestro cliente, BlackSky, por la pérdida de sus cargas útiles. Entendemos el esfuerzo monumental que se realiza en cada nave espacial y sentimos su pérdida y decepción. Nuestro equipo está trabajando arduamente para identificar el problema, rectificarlo y volver a estar seguro en la plataforma lo antes posible”, dijo Peter Beck, fundador y director ejecutivo de Rocket Lab. “En uno de nuestros días más difíciles, nuestro equipo operó con profesionalidad y trabajó con rapidez para garantizar que la anomalía se gestionara de forma segura. Nuestro equipo es resistente y nuestra principal prioridad sigue siendo regresar al vuelo de manera segura y confiable para nuestros clientes. Aprenderemos de esto y volveremos a estar en la plataforma», añadió.