Las pruebas de radiofrecuencia comenzaron en la primera nave espacial Orion que volará alrededor de la Luna para la misión Artemisa 1, solo dos semanas después de que se completaron las pruebas térmicas y ambientales en la estación Plum Brook de la Nasa en Ohio, EEUU.
La compatibilidad electromagnética o las pruebas EMC son rutinarias para las naves espaciales. Todos los componentes electrónicos emiten alguna forma de ondas electromagnéticas que pueden causar interferencia con otros dispositivos.
La electrónica de las naves espaciales puede causar interferencias, pero en el espacio tales interferencias pueden tener consecuencias desastrosas, por lo que todos los sistemas deben verificarse antes del lanzamiento.
Las pruebas de EMC a menudo se realizan en una sala blindada especialmente construida con paredes y puertas de metal y picos espumosos (también conocidos como absorbedores) que bloquean la radiación electromagnética externa no deseada, como la cámara Maxwell de la ESA en su instalación técnica en los Países Bajos.
Aunque no es una cámara EMC, la cámara de vacío térmico de Plum Brook está hecha de aluminio que proporciona blindaje electromagnético, por lo que es un sustituto adecuado.
Para probar la electrónica, la nave espacial simulará un vuelo en condiciones realistas con la mayoría de sus subsistemas y equipos alimentados y en modo operativo.
Primero, se prueba la compatibilidad de los componentes electrónicos en esta cámara blindada electromagnética. El equipo se encenderá para probar si potencialmente se molestan entre sí.
En la segunda ronda de pruebas, los campos electromagnéticos se aplicarán usando antenas alrededor de la nave espacial para probar la susceptibilidad a la interferencia de fuentes externas. La cápsula Orión está equipada con sensores de campo electromagnético para tomar medidas a medida que las frecuencias de perturbación se inyectan en la cámara.
Si bien todos los subsistemas son una fuente potencial de ruido de radiofrecuencia, los transmisores que generan intencionalmente frecuencias de radio son de particular interés. Estos pueden perturbar fácilmente otros equipos sensibles al ruido electromagnético, como receptores GPS, módulos de telemando y otros elementos de comunicación.
El módulo de servicio europeo de Orion proporciona potencia, propulsión y soporte vital a la tripulación. Los expertos de la ESA están monitorizando en el sitio todas las pruebas junto con sus colegas de la Nasa mientras Orion se acerca a su primer vuelo sin un cruce de la Luna.