El primer Airbus A321 LR de la aerolínea Scandinavian Airlines System (SAS) completó este miércoles su primer vuelo de larga distancia entre Copenhague y Washington. Entrará en servicio oficialmente el 27 de marzo de 2022 y está previsto que opere en rutas desde Copenhague a Washington, Boston y Nueva York, según informó la compañía.
El nuevo avión está equipado con un concepto de servicio de tres clases de viaje, como el resto de la flota de larga distancia de SAS, y aumentará la flexibilidad de la aerolínea para cumplir con los patrones de viaje escandinavos. El A321LR es parte de la renovación continua de la flota de SAS y reducirá las emisiones que impactan el medio ambiente en comparación con generaciones anteriores de aviones similares.
Este avión de fuselaje estrecho y pasillo único está especialmente configurado para volar distancias más largas que un A321neo estándar. El avión más pequeño le da a SAS la oportunidad de llenar el avión en nuevas rutas y será una adición bienvenida a la flota de larga distancia de SAS. El A321LR aumentará la flexibilidad de SAS para adaptarse a los cambios en la demanda de nuevas rutas y destinos.
“Este es un tipo de avión completamente nuevo para SAS, que se adapta increíblemente bien al mercado escandinavo y los patrones de viaje emergentes hacia y desde la región. Le da a SAS la oportunidad de ofrecer a los viajeros más rutas intercontinentales, menos escalas y tiempos de viaje más cortos hacia y desde Escandinavia. El nuevo avión está equipado con un concepto de servicio a la par con el resto de la flota de larga distancia de SAS, que ofrece a los pasajeros todos los beneficios, el nivel de comodidad y las opciones de nuestras clases de viaje”, dice Karl Sandlund, vicepresidente ejecutivo y director comercial.
El A321LR es parte de la última generación de aviones y se espera que reduzca las emisiones que impactan el medio ambiente en aproximadamente la misma cantidad que cuando SAS presentó el A320neo, cuya huella de carbono es aproximadamente un 15%-18% más pequeña que un avión de tamaño equivalente de la generación anterior.
“Reducir la huella de carbono en la industria de las aerolíneas es crucial y SAS apunta a liderar el camino hacia viajes sostenibles. Nos hemos fijado el objetivo de reducir las emisiones de dióxido de carbono en un 25% para 2030. La renovación en curso de la flota, incluida la nueva aeronave de largo recorrido, es una inversión hacia una aviación más sostenibl”, concluye Sandlund.