El rover Perseverance de la Nasa ha logrado evidencias de que hubo agua en Marte, en concreto en el cráter Jezero, cuyas largas y empinadas pendientes se formaron a partir de la acumulación de sedimentos en la desembocadura de un antiguo río que hace mucho tiempo alimentaba el lago del cráter.
Las imágenes recogidas por el rover revelan que hace miles de millones de años, cuando Marte tenía una atmósfera lo suficientemente espesa para soportar el agua que fluye a través de su superficie, el delta del río en forma de abanico de Jezero experimentó inundaciones en una etapa tardía que llevaron rocas y escombros desde las tierras altas fuera del cráter.
Estas imágenes fueron tomadas por las cámaras Mastcam-Z y por su Remote Micro-Imager, que forma parte del instrumento SuperCam y brindan información sobre dónde el rover podría buscar las mejores muestras de rocas y sedimentos, incluidas aquellas que puedan contener compuestos orgánicos y otras pruebas de que alguna vez existió vida allí.
“Estas imágenes son la clave que nos permite confirmar de una vez por todas la presencia de un lago y delta de un río en Jezero. Obtener una mejor comprensión de la hidrología meses antes de nuestra llegada al delta dará grandes dividendos en el futuro”, asegura Nicolas Mangold, científico de Perseverance del Laboratoire de Planétologie et Géodynamique en Nantes, Francia.
Por su parte, Sanjeev Gupta, científico de Perseverance del Imperial College de Londres, explica que «estos resultados también tienen un impacto en la estrategia para la selección de rocas para el muestreo”. “El material de grano más fino en la parte inferior del delta probablemente contiene nuestra mejor apuesta para encontrar evidencia de orgánicos y biofirmas. Y los cantos rodados en la parte superior nos permitirán tomar muestras de viejos trozos de rocas de la corteza. Ambos son objetivos principales para el muestreo y el almacenamiento en caché de rocas antes del retorno de la muestra de Marte”.
Los científicos creen que, al principio, el lago del cráter Jezero tuvo unos niveles lo suficientemente altos como para coronar el borde oriental del cráter, donde las imágenes orbitales muestran los restos de un canal de río de salida. Los científicos, ahora, creen que el tamaño del lago de Jezero fluctúa mucho con el tiempo, ya que su nivel de agua sube y baja decenas de yardas antes de que el cuerpo de agua finalmente desaparezca por completo.
Aunque se desconoce si estos cambios en el nivel del agua fueron el resultado de inundaciones o cambios ambientales más graduales, el equipo científico ha determinado que ocurrieron más adelante en la historia del delta del Jezero, cuando los niveles del lago estaban al menos a 100 metros por debajo del nivel más alto del lago.
El equipo espera obtener más información en el futuro ya que el delta será el punto de partida para la próxima segunda campaña científica del equipo rover el próximo año. “Una mejor comprensión del delta de Jezero es clave para comprender el cambio en la hidrología del área», dijo Gupta, «y podría proporcionar información valiosa sobre por qué todo el planeta se secó».