La empresa española Pangea Aerospace ha cerrado el primer acuerdo de venta de su motor Arcos a la empresa Tehiru, que lo integrará en su cohete termoeléctrico sostenible, el primero del mundo con tecnología avanzada de propulsión. Esta venta es el primer paso de Pangea en la comercialización de este motor tras demostrar su viabilidad técnica ante instituciones de prestigio como la Agencia Espacial Europea (ESA) o la agencia espacial francesa (CNES), quienes han afirmado que será una tecnología disruptiva clave para la próxima década.
Además, este acuerdo puede llegar a suponer unos ingresos de hasta 50 millones de euros en los próximos cinco años para Pangea Aerospace, cuya ambición es llegar a facturar más de 300 millones de euros anuales en 2030 con este tipo de servicios y productos.
Pangea aportará a esta colaboración su innovador motor Aerospike, llamado Arcos, y Tehiru, por su parte, está trabajando en el desarrollo del lanzador con un sistema de aterrizaje eléctrico, que permite aterrizar en cualquier superficie con una precisión milimétrica y puede soportar cargas útiles de hasta 550 kilogramos. Gracias a la disrupción de Pangea, se ha logrado reducir radicalmente los tiempos y costes de fabricación, energía dedicada a las operaciones y su impacto medioambiental respecto a los motores convencionales.
Concretamente el sistema Aerospike de Pangea incrementa la eficiencia, al utilizar un 15% menos de combustible. Un cohete como el de Tehiru, que tiene como objetivo transportar 550 kilogramos al espacio, puede llegar a pesar unas 30 toneladas de las cuales 27 pueden ser combustible. Un ahorro del 15% en combustible tiene un impacto crítico para las operaciones espaciales. Adicionalmente, el motor utiliza biometano y oxígeno cómo combustibles, cuyas emisiones son principalmente vapor de agua, reduciendo así un 50% las emisiones de CO2 en comparación con los motores convencionales (queroseno).
Asimismo, este sistema se puede reutilizar hasta 10 veces y permite realizar la reentrada atmosférica sin encender el motor. En paralelo, el diseño y la fabricación del motor se ha realizado a través de impresión 3D, reduciendo enormemente los tiempos, coste y energía dedicados en el proceso. Y, finalmente, permite transportar hasta un 30% más de carga útil, es decir, la mercancía que transporta.
Adrià Argemí, CEO de Pangea Aerospace, comentó que “promovemos la especialización en la cadena de valor de la industria aeroespacial, en vez de la centralización en unas pocas empresas, ya que permite reducir enormemente los costes, ser más competitivos e innovadores. Esta colaboración demuestra la viabilidad del motor Aerospike y el liderazgo en el desarrollo de sistemas de propulsión sostenibles para la futuro industria espacial”.
Por otro lado, Aaron Prat, CEO de Tehiru, puso énfasis en los beneficios de colaborar con empresas especializadas para reducir los costes y tiempo de fabricación, aumentar la competitividad y garantizar una comercialización más rápida. “Al externalizar el desarrollo del sistema de propulsión a Pangea Aerospace, Tehiru puede concentrar sus recursos en el desarrollo del lanzador, lo que resulta en un progreso más rápido para ambas empresas”, destacó el CEO de Tehiru.