Northrop Grumman Corporation completó recientemente su Revisión de Diseño Crítico (CDR) en una constelación proliferada en órbita terrestre baja de 16 satélites de seguimiento de misiles para la Agencia de Desarrollo Espacial, despejando la manera de comenzar el trabajo de producción de los vehículos espaciales.
El CDR mantuvo un ritmo acelerado y se completó dentro de los 13 meses posteriores al anuncio de la adjudicación. Los satélites son parte de la Capa de Seguimiento del Tramo 1 (T1TRK) que identificará y rastreará armas hipersónicas y misiles avanzados desde las primeras etapas del lanzamiento hasta la intercepción.
Una vez en órbita, los satélites operarán en dos de los cuatro planos orbitales terrestres bajos, interconectados con la Capa de Transporte del Tramo 1 (T1TL), otro elemento de la Arquitectura Espacial de Guerra Proliferada (PWSA) de SDA diseñada como una plataforma de datos de alta velocidad y gran volumen. Una red de transporte que conecta las fuerzas estadounidenses en todo el mundo.
Candace Givens, vicepresidenta de sistemas geoespaciales e infrarrojos persistentes de Northrop Grumman, ha asegurado que “estamos desarrollando una arquitectura espacial más receptiva, flexible y resistente para contrarrestar amenazas sofisticadas. Al superar este hito crítico en un cronograma acelerado, estamos más cerca de ofrecer tecnologías críticas de seguimiento y defensa antimisiles”.
Así, 14 de los satélites del T1TRK contarán con un sensor de amplio campo de visión, tres terminales de comunicaciones ópticas y una carga útil en banda Ka para comunicaciones. Dos satélites contarán con un sensor infrarrojo de campo de visión medio para demostrar una solución de control de incendios.