Tras las pruebas llevadas a cabo en las pasadas semanas, la Junta de Evaluación de Operaciones Conjuntas (JOEB) empieza esta semana en el aeropuerto de Gatwick, Londres, durante nueve días la valoración de las reformas propuestas por Boeing para su avión 737 MAX, que lleva inmovilizado desde hace año y medio tras el doble accidente que provocó la muerte de 346 personas.
En las jornadas de evaluación participarán autoridades de aviación civil y tripulaciones de aerolíneas de la EEUU, Canadá, Brasil y la Unión Europea. Precisamente, la Agencia de Seguridad Aérea (EASA) de la Unión Europea completó la pasada semana sus vuelos de prueba del Boeing 737 MAX en Vancouver, Canadá, debido a las restricciones de viaje de COVID-19.
La EASA ha estado trabajando de manera constante, en estrecha cooperación con la FAA estadounidense y Boeing, para devolver el avión Boeing 737 MAX al servicio lo antes posible, “pero solo una vez que estemos convencidos de que es seguro”, indican desde la agencia europea. Como siguiente paso en su evaluación de la aeronave para su regreso al servicio, EASA ahora está analizando los datos y otra información recopilada durante los vuelos en preparación para la JOEB durante los próximo nueve días en el Reino Unido.
Tras los nueve días de revisión de pruebas, los resultados se incorporarán al borrador del informe de la Junta de Normalización de Vuelo de la FAA, que expondrá a la luz pública para comentarios. Luego, el administrador de la FAA, Steve Dickson, se someterá al entrenamiento recomendado y realizará un vuelo de evaluación a los controles de un Boeing 737 MAX. Compartirá sus observaciones con el personal técnico de la agencia reguladora norteamericana.
Según Reuters, la FAA luego revisará la documentación de diseño final de Boeing para evaluar el cumplimiento de las regulaciones estadounidenses. La junta asesora técnica de múltiples agencias revisará la presentación de Boeing y emitirá un informe antes de una determinación final de cumplimiento de la FAA.
Luego, la FAA emitirá un aviso de las acciones de seguridad importantes pendientes y publicará una directiva final que aborde los problemas conocidos que ocasionaron la inmovilización del avión y notificará a los operadores sobre las acciones correctoras necesarias antes de que la aeronave pueda volver a entrar en servicio comercial.
Para entonces, la FAA pretende levantar la inmovilización de los aviones. La agencia estadounidense conservará la autoridad para emitir certificados de aeronavegabilidad y exportación para todos los aviones 737 MAX fabricados desde la inmovilización y realizará revisiones individuales y en persona de estos aviones.