El Colegio Oficial de Pilotos de la Aviación Comercial (COPAC) ha aprobado en Asamblea General Ordinaria su nuevo Código Deontológico, que supone una evolución necesaria y acorde con el desarrollo del sector aéreo y de la profesión.
El nuevo Código recoge los principios éticos, valores y deberes que han de guiar el desempeño profesional del piloto en favor de la seguridad operacional y de los usuarios del transporte aéreo, de acuerdo con la finalidad última de prestar servicios útiles a los ciudadanos, la responsabilidad que esos servicios conllevan y la confianza que la sociedad deposita en la profesión de Piloto de la Aviación Comercial.
Asimismo, en sus diferentes artículos el Código Deontológico desgrana los valores del piloto en el desempeño de su trabajo, desarrolla las relaciones con otros profesionales que intervienen en la gestión de las operaciones aéreas e incide en el compromiso con la seguridad operacional y los principios de cultura justa. En esta evolución, el nuevo Código incorpora aspectos como la responsabilidad respecto a la sostenibilidad ambiental o el uso de las redes sociales y las declaraciones públicas sobre aspectos profesionales.
Con el respaldo de los pilotos al nuevo código en la votación de la Asamblea, se completa un proceso desarrollado a lo largo del último año en colaboración con expertos académicos en Ética y Derecho de la Universidad de Murcia. El nuevo texto ha sido elaborado tras un proceso participativo basado en numerosas entrevistas a pilotos, profesionales y organizaciones relacionadas con el sector aéreo y autoridades aeronáuticas, a los que COPAC agradece su colaboración. Posteriormente se elaboró una encuesta sobre comportamientos y valores éticos de la profesión de piloto de la aviación comercial que los colegiados pudieron responder. Con todo ello, el equipo académico de la Universidad de Murcia ha redactado el nuevo Código Deontológico ratificado este jueves.
Con la aprobación del nuevo Código Deontológico, los pilotos renuevan su compromiso con la gestión de las operaciones aéreas de forma segura y eficiente y con los ciudadanos como usuarios del transporte aéreo, garantizando que su trabajo, directamente vinculado a la seguridad de las personas, respeta unos criterios éticos y deontológicos adaptados a la realidad del transporte aéreo y de la sociedad.