Los acreedores de Virgin Australia han aprobado la compra de la aerolínea por parte del grupo de capital privado estadounidense Bain Capital, han anunciado este viernes los administradores, todos ellos socios de Deloitte, tras la votación realizada en la reunión realizada ayer.
El acuerdo contempla la entrega a los acreedores no garantizados un retorno del 9% al 13% de su inversión e implica un compromiso financiero de 2.500 millones de dólares, según los administradores, según los cuales las acciones de Virgin deberán transferirse al nuevo dueño antes del 31 de octubre.
Con la transferencia de accionesse creará un Fideicomiso de Acreedores propuesto para adjudicar reclamaciones y pagar distribuciones a los acreedores de Virgin Group. Los administradores también actuarán como administradores de Escritura de los acuerdos de empresa (DOCA) y luego como Fideicomisarios del Fideicomiso de Acreedores. El momento del pago del dividendo a los acreedores se ha estimado entre seis y nueve meses desde la finalización de la transacción de venta.
El administrador Vaughan Strawbridge, socio de los servicios de reestructuración de Deloitte, dijo que “nuestro papel como administradores voluntarios es siempre desafiante e inevitablemente asumido en circunstancias desafiantes. Ciertamente ese ha sido el caso aquí. Desde nuestro nombramiento el 20 de abril, hemos trabajado duro para ofrecer el mejor resultado posible para todos los acreedores y han votado abrumadoramente para respaldar nuestra opinión de que les interesa aprobar los DOCA propuestos por Bain Capital. Este resultado brinda certeza para los empleados y clientes, un retorno a los acreedores, oportunidades para que los proveedores y financieros continúen comerciando con Virgin Australia Group, además de mantener una industria de la aviación australiana competitiva en beneficio de los consumidores”.