La Agencia Espacial Europea (ESA), en representación de la Comisión Europea, ha dado un paso en la evolución del sistema de navegación por satélite Galileo al firmar un contrato de 12 millones de euros con la empresa italiana Leonardo y el Istituto Nazionale di Ricerca Metrologica (INRiM). El objetivo de este contrato es diseñar y desarrollar una nueva tecnología de reloj atómico ultraprecisa para Galileo.
Los relojes atómicos son componentes fundamentales en la infraestructura de sistemas de navegación por satélite. Su precisión y fiabilidad son esenciales para el rendimiento general del sistema y la exactitud del posicionamiento. Desde la fase inicial de diseño hasta su funcionamiento en el espacio, el ciclo completo de innovación tecnológica puede llevar hasta una década. Por lo tanto, para mantener a Galileo a la vanguardia de la navegación por satélite mundial, la ESA se dedica continuamente a la investigación y desarrollo en colaboración con el Programa Horizonte Europa de la Unión Europea.
El mes pasado, la ESA dio inicio a un nuevo proyecto centrado en la creación y calificación de una nueva tecnología para relojes atómicos. En un proceso de selección riguroso y transparente, la ESA adjudicó un contrato de 12 millones de euros a un consorcio compuesto por Leonardo como contratista principal y INRiM como subcontratista. Este consorcio será responsable de diseñar, fabricar, probar y cualificar la tecnología.
Según Manuela Rapisarda, ingeniera Principal de GNSS Evolutions Payload en la ESA, el reloj atómico que se está desarrollando combina la robustez de los relojes atómicos de células de vapor de rubidio (ampliamente utilizados en constelaciones de navegación por satélite como Galileo) con tecnologías ópticas y digitales de última generación. Este enfoque innovador busca mejorar aún más la precisión y confiabilidad del sistema Galileo.
En virtud de este contrato, el consorcio diseñará, fabricará, probará y cualificará un modelo de calificación de ingeniería, tras lo cual se espera que un modelo de vuelo experimental vuele en un satélite Galileo de segunda generación para una verificación temprana en órbita. Después de las pruebas iniciales, el nuevo reloj seguirá siendo monitorizado para estudiar su confiabilidad y su vida útil a largo plazo. Además de los relojes operativos que se utilizan en la prestación de servicios Galileo, volarán relojes experimentales.