Las emisiones de CO2 se están reduciendo más que los vuelos. En los ocho primeros meses de este año, las emisiones de CO2 asociadas a la aviación cayeron un 56,3% respecto al mismo periodo del año 2019, aunque la reducción de vuelos por culpa del coronavirus no fue tan drástica, según informa Eurocontrol.
Esta diferencia se explica principalmente por una disminución en los vuelos de larga distancia tras la crisis de Covid-19, mientras que la disminución de los vuelos de corta distancia se limitó al 40% del tráfico. El porcentaje de la disminución de CO2 es mayor que el de los vuelos porque los medios y largos recorridos, que emiten más CO2, se han recuperado más despacio que los trayectos cortos.
La reanudación del tráfico aéreo parece afectar a los países de manera diferente, dependiendo de si tienen la condición de centro de carga o si se encuentran entre los destinos comerciales menos importantes.
El mapa muestra que sigue habiendo una variación considerable entre países en sus emisiones de CO2. En el caso extremo, aparece Luxemburgo; en la red mundial de carga significa que sus emisiones de CO2 son aproximadamente las mismas que en 2019, mientras que Finlandia, en el otro extremo, tiene bajas emisiones debido principalmente a tener casi la recuperación de vuelo más débil de todos.