Las cajas negras del Boeing 737-800 de la compañía aérea surcoreana Jeju Auir, que se estrelló el pasado 29 de diciembre ocasionando la muerte de 179 personas, dejaron de grabar cuatro minutos antes de que se produjera la explosión al colisionar con el localizador de pista en el aeropuerto de Muan, según revelaron el pasado sábado las autoridades investigadoras.
En un comunicado del Ministerio de Tierra, Infraestructura y Transpote (MOLIT) de Corea del Sur se indica que un análisis realizado por la Junta Nacional de Seguridad del Transporte (NTSB) de EEUU de la grabadora de datos de vuelo (FDR) y la grabadora de voces de cabina (CVR) del avión B737-800 mostró que las grabaciones se detuvieron en ambos dispositivos aproximadamente cuatro minutos antes de que el avión colisionara con el localizador de la pista.
Según informó la agencia surcoreana Yonhap, la explosión ocurrió cuando el avión chocó contra un montículo que albergaba equipos localizadores al final del aeropuerto internacional de Muan después de derrapar sin el tren de aterrizaje abierto.
El FDR y el CVR dejaron de registrar datos, lo que dificulta el análisis de la situación por parte de los investigadores. No obstante, las autoridades dijeron que, si bien los datos del FDR y el CVR son fundamentales para las investigaciones, no son las únicas fuentes de certeza. «La investigación implica el análisis de varias fuentes de información, incluidos registros de control de tráfico aéreo, imágenes de vídeo del accidente y escombros del lugar», dijeron.
Las cajas negras fueron enviadas a la NTSB en Washington la semana pasada para su verificación cruzada con el fin de garantizar la fiabilidad de los datos. Los investigadores surcoreanos que viajaron a la sede de la NTSB tienen previsto regresar a Corea este lunes para continuar con su investigación en su país, señaló la agencia surcoreana.