La empresa valenciana Comet Ingeniería, que ahora celebra su 15 aniversario, se encuentra en la recta final de un ambicioso proyecto en colaboración con la Agencia Espacial Europea (ESA), para el que ha desarrollado una innovadora estructura espacial autodesplegable, que se espera que comience a orbitar a lo largo del próximo año.
Si tenemos en cuenta los largos periodos de maduración tecnológica que precisa el sector espacial (algunos proyectos superan incluso los 10 años de pruebas e investigaciones), se trata de un momento especialmente importante para la empresa, tanto por ésta, como por otras líneas de desarrollo que están también en sus últimas fases de maduración tecnológica o TRLs (Technology Readiness Levels). Es decir, muy bien posicionadas ya dentro de la carrera espacial. Esta situación, además, convierte a COMET en un sujeto muy atractivo para la financiación privada que, por lo general, permiten un proceso de desarrollo más ágil.
Desde su nacimiento, Comet Ingeniería ha enfocado su I+D en la creación de productos con los que anticiparse, incluso, a las necesidades de sus clientes. En el terreno de la aviación, por ejemplo, es la responsable de la creación y desarrollo de exclusivos sistemas que permiten mejorar la eficiencia aerodinámica de los aviones gracias a su capacidad para cambiar de forma. Cabe destacar también su participación en el cálculo y diseño de componentes como fuselajes, estructuras de alas, trenes de aterrizaje o estabilizadores, para aeronaves tan míticas como el gigante Airbus A380, otros más pequeños como el A320 y el A321; el A350 -que es el avión estrella de la compañía europea-; o, incluso, el A400M, más conocido como Grizzly, que es el avión de transporte militar de largo alcance más importante de la OTAN. Los aviones no pilotados protagonizan también algunos de los proyectos actuales en los que COMET está inmersa.
A pesar de que comenzó como un pequeño estudio formado sólo por seis ingenieros especializados en cálculo de estructuras, en la actualidad Comet Ingeniería desarrolla otras disciplinas como diseño y fabricación de estructuras especiales ‘a medida’. Cuenta con una plantilla de más de 20 trabajadores y ha conseguido posicionarse en el sector de la ingeniería espacial y aeronáutica, entre otros, hasta el punto de trabajar de la mano de grandes corporaciones líderes de estos sectores. La ESA, la multinacional europea Airbus, la norteamericana Boeing, la canadiense Bombardier o la brasileña Embraer son sólo algunas de ellas.