La Asociación de Aerolíneas Regionales Europeas (ERA) ha expresado su preocupación tras el acuerdo del Consejo de Transporte, Telecomunicaciones y Energía de la Unión Europea sobre su postura para la revisión del Reglamento sobre los Derechos de los Pasajeros. Si bien la actualización incluye algunas mejoras esperadas desde hace tiempo, como la introducción de una lista vinculante y no exhaustiva de circunstancias extraordinarias, y aporta la necesaria claridad jurídica, en última instancia no refleja las realidades específicas del transporte aéreo regional y corre el riesgo de debilitar la conectividad aérea esencial de Europa.
Aumentar el umbral de retraso de tres a cinco horas para los vuelos de corta distancia, como se propuso inicialmente, era especialmente vital para las aerolíneas regionales. Estas aerolíneas suelen operar aviones más pequeños con horarios más ajustados, sin la flexibilidad de los aviones de reserva ni de las tripulaciones de reserva. El aumento limitado del Consejo a solo cuatro horas es un paso en la dirección correcta, pero en última instancia se queda corto.
Peor aún, no se han concedido exenciones para los vuelos con Obligación de Servicio Público (OSP). Estas rutas suelen ser la única conexión para comunidades remotas o desatendidas y operan con márgenes de beneficio extremadamente ajustados. Aumentar la compensación de 250 euros a 300 euros, a la vez que se niega cualquier flexibilidad a los vuelos con OSP, supone una carga excesiva para las aerolíneas que prestan servicios esenciales.
Otras nuevas obligaciones, como el reembolso automático, el derecho a cambiar la reserva después de tres horas en otras aerolíneas o medios de transporte, y la posibilidad de autodesvío de hasta el 400% del valor del billete, exacerban aún más la presión económica sobre los operadores regionales, ya de por sí abrumados por mantener los servicios.
«Esta era una oportunidad para lograr un equilibrio justo entre la protección de los pasajeros y la salvaguardia de los servicios aéreos regionales de los que tantos dependen», declaró Montserrat Barriga, directora general de ERA. «Sin embargo, se ha pasado por alto a las aerolíneas regionales. La revisión en su forma actual corre el riesgo de perjudicar la sostenibilidad financiera de las operaciones regionales y, por consiguiente, la conectividad de las regiones europeas».
Mientras el Parlamento Europeo examina el texto, ERA insta a los responsables políticos a reconsiderarlo. Un enfoque único no cubre las rutas aéreas más vulnerables de Europa. Un marco regulatorio justo y con visión de futuro debe respaldar las realidades económicas de la aviación regional y proteger la conectividad que mantiene conectadas a las comunidades y economías de toda Europa.