Blue Origins lanzará la próxima misión New Shepard (NS-13) el jueves 24 de septiembre a las 17.00 hora española si las condiciones meteorológicas siguen siendo tan favorables como actualmente. Será la decimotercera misión de New Shepard y el séptimo vuelo consecutivo para este vehículo en particular, lo que supone un récord.
New Shepard volará 12 cargas útiles comerciales al espacio. Además, probará tecnologías clave con la Nasa para el regreso a la Luna como el sensor de aterrizaje lunar. Se trata de la primera carga útil que vuela montada en el exterior de un propulsor New Shepard en lugar de dentro de la cápsula, lo que abre la puerta a una amplia gama de futuras cargas útiles de detección, muestreo y exposición a gran altitud.
El experimento verificará cómo estas tecnologías (sensores, computadoras y algoritmos) trabajan juntas para determinar la ubicación y velocidad de una nave espacial cuando se acerca a la Luna, permitiendo que un vehículo aterrice de forma autónoma en la superficie lunar dentro de los 100 metros de un punto designado.
Las tecnologías podrían permitir que las misiones futuras, tanto tripuladas como robóticas, apunten a lugares de aterrizaje que no fueron posibles durante las misiones Apolo, como regiones con terreno variado cerca de cráteres. Lograr un aterrizaje de alta precisión permitirá una exploración lunar a largo plazo, así como futuras misiones a Marte.
Este es el primero de dos vuelos para probar estas tecnologías de aterrizaje lunar, aumentando la confianza en el programa Artemisa. NS-13 es parte del proceso de reducción de riesgos para probar este tipo de sensores para misiones futuras.
Como parte del programa Artemisa, Blue Origin también lidera el Equipo Nacional, compuesto por Lockheed Martin, Northrop Grumman y Draper, para desarrollar un sistema de aterrizaje tripulado para que los estadounidenses vuelvan a la superficie lunar.