Del 12 al 22 de este mes, más de 300 participantes de 15 países aliados y tres países socios de la Unión Europea y el sector privado se reunieron en los Países Bajos para aumentar su capacidad de contrarrestar las posibles amenazas que plantea el uso maligno de pequeños drones.
El Ejercicio de Interoperabilidad Técnica del Sistema de Contra Aeronaves No Tripuladas (C-UAS TIE23) de la OTAN reunió a especialistas militares, científicos y de la industria para probar soluciones comerciales de alta tecnología utilizadas para detectar, identificar y neutralizar drones.
Se probaron en vivo unos 70 sistemas y tecnologías, incluidos sensores, efectores e inhibidores. El objetivo era garantizar que estas soluciones de alta tecnología puedan conectarse instantáneamente y funcionar juntas sin problemas.
El uso indebido de drones pequeños y ampliamente disponibles ha crecido exponencialmente. Mejorar constantemente la capacidad de los sistemas antidrones para operar juntos ayuda a fortalecer la defensa aérea, la disuasión y la defensa aliadas. El ejercicio fue organizado por la Agencia de Información y Comunicaciones de la OTAN (Agencia NCI) y albergado por el Núcleo Conjunto C-UAS dentro del Ministerio de Defensa holandés.