La mayor amenaza a largo plazo para la industria aeroespacial comercial en este momento no es Covid-19 sino la necesidad de sostenibilidad. Es cierto que la pandemia ha provocado una fuerte caída de la demanda de transporte aéreo. Pero ese es un problema a corto plazo, según el informe “The Sustainability Opportunity for Aeroespacial”, del Boston Consulting Group (BCG).
En términos más generales, la industria ha establecido objetivos ambiciosos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para 2050 y, actualmente, no está en camino de lograrlos. A medida que crece la conciencia sobre el impacto medioambiental de los viajes aéreos y cambian las preferencias y comportamientos de los consumidores, los fondos comunes de beneficios de la industria están cada vez más en riesgo.
Está surgiendo una variedad de nuevas tecnologías y soluciones para aumentar la eficiencia y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y las regulaciones gubernamentales están aumentando los requisitos de eficiencia y operaciones ecológicas. Pero éstos representan solo mejoras incrementales.
La industria necesita tomar medidas más transformadoras, con fabricantes de equipos originales (OEM) de fuselajes y motores, proveedores y otras empresas de toda la cadena de valor que intervienen para coordinar la agenda de sostenibilidad.
Este tipo de esfuerzo colaborativo asegurará que la industria tenga voz en su propio futuro, en lugar de que ese futuro sea moldeado por decretos regulatorios. Además, la coordinación proactiva conducirá a avances más rápidos en la reducción de emisiones de CO2.
Visto desde esa perspectiva, creemos que la sostenibilidad representa una oportunidad para la industria aeroespacial:
– No alcanzar los objetivos
– Las tecnologías avanzadas traen mayor incertidumbre
– Implicaciones para los OEM de propulsión y armazón
– Las regulaciones actuales han tenido un impacto limitado
– Construyendo las bases
La industria aeroespacial comercial está cambiando radicalmente debido a los objetivos de reducción de emisiones, las preferencias cambiantes de los consumidores, las nuevas tecnologías, la evolución de las regulaciones y otros factores. Las empresas de la industria tienen una opción. Pueden ser participantes pasivos y ser superados por la competencia. O adoptan un enfoque más proactivo, construyendo las bases adecuadas hoy para aprovechar la oportunidad climática en el futuro.