El Consejo de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) en Montreal confirmó el pasado viernes la jurisdicción del Consejo para escuchar las acusaciones de Australia y los Países Bajos contra Rusia por el derribo del avión Boeing 777 de la compañía Malaysia Airlines sobre Ucrania el 17 de julio de 2014
Esta decisión es un paso importante en nuestros esfuerzos colectivos para hacer rendir cuentas a los responsables de este horrible acto de violencia que se cobró la vida de 298 personas, 38 de las cuales vivían en Australia, según el comunicado conjunto del Ministerio de Asuntos Exteriores australiano y del fiscal general del país, Hon Mark Dreyfus KC.
“Hemos sostenido desde mayo de 2018 que la Federación de Rusia es responsable, según el Derecho Internacional, por el derribo del vuelo MH17. Ahora esperamos presentar nuestros argumentos legales y evidencia al Consejo de la OACI mientras continuamos tratando de hacer que Rusia rinda cuentas”, añade el comunicado del Gobierno australiano.
“Australia se mantiene firme en su compromiso de buscar la verdad, la justicia y la rendición de cuentas para las víctimas del derribo del vuelo MH17 de Malaysia Airlines. Nuestros pensamientos permanecen con aquellos que perdieron la vida, sus familias y seres queridos”, concluye el comunicado.
Derribado por un misil ruso
El 17 de julio de 2014, el vuelo MH17 de Malaysia Airlines fue derribado por un misil de fabricación rusa cuando sobrevolaba el este de Ucrania. El avión se dirigía desde Ámsterdam a Kuala Lumpur. A bordo viajaban 283 pasajeros y 15 miembros de la tripulación. Eran originarios de 17 países.
La investigación criminal más grande en la historia de los Países Bajos reconstruyó minuciosamente los eventos previos hasta el 17 de julio de 2014. La policía y los fiscales examinaron decenas de miles de pruebas, incluidos videos, cintas de comunicación, imágenes satelitales, fotos y publicaciones en redes sociales. Entre las pruebas hay imágenes de cómo se tramó el transporte del lanzador de misiles cuando cruzó a Ucrania antes de la tragedia. Una reconstrucción presentada por los fiscales mostró cómo regresó a Rusia un día después con un misil menos.
Australia y los Países Bajos atribuyeron la responsabilidad a la Federación de Rusia por su papel en el derribo del vuelo MH17 que provocó sanciones de la Unión Europea contra Rusia y aumentó la tensión entre ésta y las potencias occidentales.
Rusia ha negado constantemente cualquier participación o prestación de apoyo financiero o militar a los rebeldes pro-rusos en Ucrania. El Ministerio de Defensa ruso dijo que “ningún lanzador de misiles de defensa aérea de las Fuerzas Armadas rusas había cruzado la frontera ruso-ucraniana. El portavoz del presidente Vladimir Putin, Dmitry Peskov, dijo a Reuters que el Kremlin esperaría para ver cómo se desarrolla el juicio antes de hacer cualquier comentario, pero dijo que Rusia siempre había tenido dudas sobre la objetividad de la investigación dirigida por los Países Bajos.
Tres condenados
Un tribunal holandés declaró culpables el pasado mes de noviembre a dos ciudadanos rusos y a un ucraniano prorruso del derribo del Boeing 777 de la compañía Malaysia Airlines sobre Ucrania y los condenó a cadena perpetua por el asesinato de los 298 ocupantes. Otro ruso acusado fue absuelto por falta de pruebas.
El avión sobrevolaba suelo ucraniano en vuelo desde Ámsterdam a Kuala Lumpur, Malasia, cuando fue derribado en un punto crítico del conflicto entre las tropas gubernamentales ucranianas y las fuerzas prorrusas del país. El avión perdió contacto con el control del tráfico aéreo a unos 50 kilómetros de la frontera entre Rusia y Ucrania y se estrelló en el área de Donetsk, un territorio controlado por separatistas prorrusos.
Más tarde, el gobierno ucraniano publicó imágenes que sugerían que un misil Buk fabricado en Rusia había sido llevado hasta allí. Las investigaciones se llevaron a cabo por una Comisión Internacional Conjunta (JIT) liderada por Holanda. En junio de 2019, la Comisión de Investigación señaló a los cuatro acusados como responsables del transporte del misil ruso.
El 9 de marzo de 2020, el presidente del tribunal, Hendrik Steenhuis, declaró abierta la vista, en ausencia de los cuatro acusados, en las instalaciones judiciales próximas al aeropuerto de Schiphol, donde despegó el vuelo siniestrado, y agregó que hubo una “trágica pérdida de vidas humanas de todo el mundo en una tragedia atroz. El tribunal se da cuenta de que el impacto de la pérdida de tantas vidas y la forma en que terminaron tan abruptamente es inconcebible”.
Según la sentencia, las pruebas del Ministerio Fiscal probaron que el Boeing 777 fue derribado por un misil Buk disparado por combatientes ucranianos prorrusos y los restos del avión y sus ocupantes se esparcieron por el campo.