La Nasa y el Comando Espacial de EEUU continúan monitorizando la nube de escombros creada por una prueba antisatélite rusa realizada el pasado lunes. La Estación Espacial Internacional (ISS) y los miembros de la tripulación están a salvo y han reanudado sus operaciones normales, según confirmó la agencia espacial norteamericana.
El mayor riesgo de los escombros fue en las primeras 24 horas y la telemetría de la ISS indica que no hubo problemas durante ese tiempo. A medianoche del pasado miércoles, se reabrieron las escotillas radiales que se extienden desde el centro de la estación espacial, incluidos Kibo, Columbus, el módulo multipropósito permanente, el módulo de actividad expandible Bigelow y la Esclusa de aire conjunta Quest.
Después del incidente, se despertó a los miembros de la tripulación, se les notificó de los escombros y se les pidió que cerraran escotillas específicas según los procedimientos de refugio seguro de la estación espacial. Las escotillas entre los segmentos de EEUU y de Rusia también se cerraron inicialmente, pero luego se abrieron cuando pasó el período de mayor riesgo. Las tareas diarias de los miembros de la tripulación se ajustaron durante este tiempo para acomodar el cierre de la escotilla. Después de cerrar las escotillas, la tripulación ingresó a su nave espacial Soyuz y Crew Dragon durante aproximadamente dos horas. No se realizó ninguna maniobra de evitación de escombros.
Los desechos espaciales son rastreados por el Comando Espacial y el análisis de conjunción lo realiza la Nasa, con mitigaciones disponibles para nubes de desechos y amenazas de conjunción individuales (como maniobras de evitación de desechos). Si los escombros orbitales golpearan la estación y causaran una fuga de aire, la tripulación cerraría las escotillas del módulo afectado. Si los miembros de la tripulación no tuvieran tiempo de cerrar el módulo afectado, ingresarían a sus respectivas naves espaciales y, si fuera necesario, se desacoplarían de la estación espacial para regresar a la Tierra.
Esta nube de escombros que se acaba de crear ha aumentado el riesgo para la estación. La catalogación del número total de piezas identificables de escombros está en curso. Una vez que se dispersa la nube de escombros y se rastrean y catalogan los elementos, la Nasa recibirá notificaciones de posibles amenazas conjuntas a la estación y realizará las maniobras necesarias. Además, la Nasa continuará realizando inspecciones visuales y revisando los datos de telemetría para garantizar la salud del vehículo.
Los equipos están evaluando los niveles de riesgo para realizar diversas actividades de la misión. Cualquier cambio en lanzamientos, paseos espaciales y otros eventos se actualizará según sea necesario.