La Nasa prepara el regreso desde la Estación Espacial Internacional (ISS) de los dos astronautas norteamericanos que llegaron allí hace nueve meses a bordo de la nave espacial Starliner de Boeing con intención de volver a la Tierra una semana después de su llegada.
Suni Williams y Butch Wilmore, junto con el también astronauta de la Nasa Nick Hague y el cosmonauta de Roscosmos Aleksandr Gorbunov se desacoplarán de la estación espacial y regresarán a la Tierra después de la llegada a la ISS de la misión Crew-10 prevista para el próximo jueves 13 de marzo.
La Nasa se dispone a lanzar el próximo miércoles 12 de marzo desde el complejo de lanzamiento 39A del Centro Espacial Kennedy en Florida la misión Crew-10. La nave espacial Dragon de SpaceX llevará a los astronautas de la Nasa Anne McClain, comandante; y Nichole Ayers, piloto; junto con los especialistas de misión Takuya Onishi, astronauta de la JAXA (Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón), y el cosmonauta de Roscosmos Kirill Peskov al laboratorio orbital para una misión científica de unos cuatro meses.
Después de atracar, la tripulación de siete miembros de la Expedición 72 dará la bienvenida a la tripulación 10 a bordo de la estación y realizará un breve período de transferencia de tareas científicas y de mantenimiento con los miembros de la tripulación de la tripulación 9 que se van.
Los astronautas Butch Wilmore y Suni Williams, a bordo de la nave espacial Starliner de Boeing, llegaron con éxito a la ISS aproximadamente 26 horas después del lanzamiento desde la Estación de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral. Los astronautas monitorizaron a Starliner mientras realizaba de forma autónoma una serie de maniobras para acercar constantemente la nave espacial al laboratorio en órbita antes de acoplarse.
Durante el vuelo, Wilmore y Williams realizaron con éxito demostraciones de pilotaje manual de Starliner y completaron un período de sueño. No obstante, antes de que la tripulación durmiera, los equipos técnicos de la misión identificaron tres fugas de helio en la nave espacial. Una de ellos se discutió previamente antes del vuelo junto con un plan de gestión y las otras dos ocurrieron cuando la nave espacial llegó a órbita.
Cuando Starliner comenzó su aproximación a la ISS, cinco propulsores del sistema de control de reacción fallaron durante el vuelo. Los equipos de la misión realizaron una serie de pruebas de fuego caliente que reactivaron cuatro de los propulsores mientras la tripulación pilotaba manualmente la nave espacial en el punto de espera de 200 metros de la estación.
Tras los problemas registrados en Starliner y los debates con los técnicos de Boeing, la Nasa decidió que los dos astronautas permanecieran en la ISS hasta que regresaran meses más tarde con otra tripulación en una nave Dragon de SpaceX mientras la nave Starliner volvía a la Tierra sin tripulación.