La Nasa está pidiendo a las empresas estadounidenses información adicional sobre enfoques y soluciones para un vehículo para transportar astronautas de la misión Artemisa alrededor del Polo Sur lunar a finales de esta década. El vehículo todoterreno lunar (LTV), un rover no cerrado que los astronautas pueden conducir en la Luna mientras usan sus trajes espaciales, deberá durar al menos 10 años, abarcando múltiples misiones Artemisa.
A través de una solicitud de información, la Nasa está abordando los desafíos asociados con la vida útil del LTV, incluida la supervivencia a la larga y fría noche lunar y las opciones para transportar el vehículo a la superficie lunar. Las respuestas a la RFI deben presentarse antes del 1 de octubre.
“La mayoría de la gente investiga mucho antes de comprar un automóvil”, dijo Nathan Howard, director del proyecto del LTV en el Centro Espacial Johnson de la Nasa. “Estamos haciendo una extensa investigación para un vehículo espacial moderno que será proporcionado por la industria. Como planeamos para la exploración a largo plazo de la Luna, el LTV no será el Moon Buggy de su abuelo utilizado durante las misiones Apollo».
La Nasa pregunta si las empresas estadounidenses están interesadas en proporcionar el LTV como un servicio comercial o como un producto que la Nasa compraría. Trabajar con la industria para informar el diseño de LTV para Artemisa es parte de una expansión de asociaciones comerciales desde la órbita terrestre baja hasta la Luna. La agencia utiliza con éxito el modelo de asociación comercial en la actualidad para los servicios de transporte de tripulación y carga en órbita terrestre baja y, de manera similar, planea comprar servicios de transporte de astronautas para las misiones de superficie de Artemisa.
El LTV de próxima generación ampliará en gran medida el alcance humano y la actividad científica en la Luna para futuras misiones a la superficie, incluso más lejos que Apolo. El LTV RFI invita a la industria a proporcionar información para ayudar a dar forma a la evolución de los planes de movilidad de Artemisa y, en última instancia, lograr el mayor valor científico y de exploración en al menos una década de misiones.
«Estamos tratando de fomentar los avances en las capacidades de los vehículos eléctricos que podrían resultar en el rover más capaz jamás construido», dijo Howard. «El LTV de Artemisa será el vehículo todoterreno definitivo, con una gestión de energía avanzada, conducción autónoma y tecnologías para entornos extremos». El LTV también podría teleoperarse para transportar carga o cargas útiles científicas entre las misiones de la tripulación, lo que permite obtener importantes beneficios científicos al combinar lo mejor de la exploración humana y robótica.