La Nasa prevé lanzar en el mes próximo su misión EZIE (Electrojet Zeeman Imaging Explorer) para aprender más sobre las poderosas corrientes eléctricas, con la esperanza de mitigar en última instancia los efectos de este clima espacial para los seres humanos en la Tierra.
En lo alto de los polos de la Tierra, unas intensas corrientes eléctricas llamadas electrochorros fluyen a través de la atmósfera superior cuando las auroras brillan en el cielo. Estos electrochorros aurorales empujan alrededor de un millón de amperios de carga eléctrica alrededor de los polos cada segundo. Pueden crear algunas de las mayores perturbaciones magnéticas en la Tierra, y los cambios rápidos en las corrientes pueden provocar efectos como cortes de energía.
Los resultados de EZIE ayudarán a la Nasa a comprender mejor la dinámica de la conexión Tierra-Sol y ayudarán a mejorar las predicciones del clima espacial peligroso que puede dañar a los astronautas, interferir con los satélites y provocar cortes de energía.
La misión EZIE incluye tres CubeSats, cada uno del tamaño de una maleta de mano. Estos pequeños satélites volarán en formación de perlas en un collar, uno tras otro, mientras orbitan la Tierra de polo a polo a unos 550 kilómetros de altura. La nave espacial mirará hacia abajo, hacia los electrochorros, que fluyen a unos 100 kilómetros sobre el suelo en una capa electrificada de la atmósfera terrestre llamada ionosfera.
Durante cada órbita, cada nave espacial EZIE mapeará los electrochorros para descubrir su estructura y evolución. Las naves espaciales volarán sobre la misma región con una diferencia de entre dos y 10 minutos entre una y otra, revelando cómo cambian los electrochorros.
La misión EZIE utilizará tres CubeSats para cartografiar los electrochorros aurorales de la Tierra, corrientes eléctricas intensas que fluyen por encima de las regiones polares de la Tierra cuando las auroras brillan en el cielo. A medida que el trío orbita la Tierra, cada satélite utilizará cuatro antenas parabólicas apuntando en diferentes ángulos para medir los campos magnéticos creados por los electrochorros.
En experimentos terrestres y en naves espaciales anteriores se han observado electrochorros aurorales, que son una pequeña parte de un vasto circuito eléctrico que se extiende 160.000 kilómetros desde la Tierra hasta el espacio. Sin embargo, durante décadas, los científicos han debatido cómo es el sistema en su conjunto y cómo evoluciona. El equipo de la misión espera que EZIE resuelva ese debate.
“Lo que hace EZIE es único”, dijo Larry Kepko, científico de la misión EZIE en el Centro de Vuelos Espaciales Goddard de la Nasa en Greenbelt, Maryland. “EZIE es la primera misión dedicada exclusivamente a estudiar los electrochorros y lo hace con una técnica de medición completamente nueva”.