El Centro Espacial Stennis de la Nasa está en el epicentro de una serie de pruebas cruciales para certificar los nuevos motores de cohetes lunares Artemisa. Así, hoy 23 de febrero se espera el lanzamiento en caliente del motor RS-25, un paso vital hacia la producción de motores que propulsarán el Sistema de Lanzamiento Espacial (SLS) en misiones futuras Artemisa hacia la Luna y más allá.
Ubicado cerca de Bay St. Louis, Mississippi, el Centro Espacial Stennis es el escenario de una serie de pruebas de certificación RS-25, con el banco de pruebas Fred Haise como protagonista principal. Equipos altamente capacitados están llevando a cabo una intensiva batería de pruebas, con el objetivo de recopilar datos cruciales que validarán un proceso de producción innovador y eficiente.
Aerojet Rocketdyne, contratista principal de motores para la Nasa, está a la vanguardia de esta empresa, implementando técnicas de fabricación revolucionarias para mejorar la producción de los motores RS-25. Estas mejoras no solo aumentarán la eficiencia y la asequibilidad del proceso, sino que también garantizarán un rendimiento óptimo y una fiabilidad inquebrantable.
La importancia de estos motores no puede subestimarse. Cuatro motores RS-25, junto con propulsores de cohetes sólidos, darán vida al poderoso cohete SLS de la Nasa, capaz de generar más de 8,8 millones de libras de empuje en el despegue, vital para las misiones Artemisa.
El compromiso de la Nasa con la seguridad se manifiesta en el enfoque de «pruebas como si volaras», evidente en la duración y la intensidad de las pruebas. Durante la séptima prueba de la serie, se planea un encendido del motor durante 550 segundos, a un nivel de potencia del 113%, replicando las condiciones reales de lanzamiento.
El proceso de certificación también destaca la colaboración entre la Nasa y Aerojet Rocketdyne. La instalación de una segunda boquilla de motor de certificación permitirá recopilar datos adicionales sobre el rendimiento mejorado de esta unidad. Este hito no solo representa un logro técnico, sino también un paso significativo hacia la producción masiva de los motores RS-25 actualizados.
Una vez completadas con éxito las pruebas de certificación, la Nasa y Aerojet Rocketdyne estarán listas para producir los primeros motores RS-25 nuevos desde la era del transbordador espacial. Este paso adelante es crucial para las misiones Artemisa futuras, que están preparando el escenario para una exploración científica sostenida en la Luna y, en última instancia, para expediciones humanas a Marte.
A través de Artemisa, la Nasa está abriendo nuevos caminos en la exploración espacial, llevando consigo no solo la promesa de descubrimientos científicos sin precedentes, sino también un futuro emocionante y audaz para la humanidad en el cosmos.