La Nasa ha convocado un concurso en busca de soluciones en materia de seguridad de los astronautas para próximas exploraciones lunares que permitan que, en caso de accidente, un miembro de la tripulación transporte de forma segura a un compañero totalmente incapacitado de vuelta al sistema de aterrizaje humano.
En el implacable entorno lunar, la posibilidad de que un astronauta miembro de la tripulación quede incapacitado debido a circunstancias imprevistas (lesión, emergencia médica o un accidente relacionado con la misión) es una preocupación crítica, empezando por la próxima misión Artemisa III, en la que dos astronautas miembros de la tripulación explorarán el Polo Sur lunar.
La superficie de la Luna está llena de rocas que van desde 0,15 a 20 metros de diámetro y cráteres que abarcan desde uno a 30 metros de ancho, lo que dificulta la navegación incluso en condiciones óptimas. La baja gravedad, las condiciones de iluminación únicas, las temperaturas extremas y la disponibilidad de una sola persona para realizar el rescate complican aún más cualquier esfuerzo de rescate.
Entre las preocupaciones críticas está la seguridad de los astronautas durante las actividades extravehiculares (EVA). Si un astronauta miembro de la tripulación queda incapacitado durante una misión, la capacidad de regresar de forma segura y rápida al sistema de aterrizaje humano es esencial.
Un solo miembro de la tripulación debería poder transportar a un miembro de la tripulación incapacitado a distancias de hasta dos kilómetros y en una pendiente de hasta 20 grados sobre el terreno lunar sin la ayuda de un vehículo lunar. Este problema urgente abre la puerta a soluciones innovadoras.
La Nasa busca un diseño de vanguardia que sea de baja masa y fácil de implementar, que permita que un astronauta miembro de la tripulación transporte de forma segura a su compañero con traje de considerable peso y totalmente incapacitado de vuelta al sistema de aterrizaje humano. La solución debe funcionar de forma eficaz en el entorno extremo del Polo Sur de la Luna y operar de forma independiente de un vehículo lunar.
Su creatividad y experiencia podrían salvar esta brecha crítica, mejorando las medidas de seguridad para los futuros exploradores lunares. Al abordar este concurso, tiene la oportunidad de contribuir al próximo «salto gigante» en la exploración espacial humana.
El concurso está dotado con 45.000 dólares en total de premios. El plazo de presentación de proyectos se abrió el pasado jueves y concluye el 23 de enero próximo.