La Nasa ha convocado a sus 14 socios de Commercial Lunar Payload Services (CLPS) para que presenten ofertas por volar un conjunto de cargas útiles a la Luna. La convocatoria pide a los socios que lleven 10 investigaciones científicas y demostraciones de tecnología de la Nasa a una región no polar de la Luna en 2022.
A través de la iniciativa CLPS, la Nasa recurre a sus socios comerciales para llevar rápidamente instrumentos científicos y demostraciones de tecnología a la Luna. La iniciativa es una parte clave del programa Artemisa de la Nasa. Las cargas útiles de ciencia y tecnología ayudarán a sentar las bases de las misiones humanas a la superficie lunar. Se seleccionará un proveedor a finales de año, lo que supondrá el sexto contrato de tareas de superficie.
Las cargas útiles, que en conjunto se espera que sean de aproximadamente 100 kilogramos de masa, incluyen:
– Caracterización de la adherencia del regolito (RAC): determinará cómo el regolito lunar se adhiere a una variedad de materiales expuestos al entorno de la Luna en diferentes fases de vuelo. Los componentes se derivarán de la instalación del Experimento de la Estación Espacial Internacional de Materiales (MISSE) que se encuentra actualmente en la Estación Espacial Internacional (ISS).
– Retrorreflectores lunares de próxima generación (NGLR): servirán como objetivo para los láseres en la Tierra para medir con precisión la distancia entre la Tierra y la Luna. Estos retrorreflectores, uno de los cuales volará en esta misión, están diseñados para proporcionar datos que podrían usarse para comprender varios aspectos del interior lunar y abordar cuestiones fundamentales de física.
– Generador de imágenes de rayos X heliosférico del entorno lunar (LEXI): capturará imágenes de la interacción de la magnetosfera de la Tierra con el flujo de partículas cargadas del Sol, llamado viento solar.
– Sistema informático reconfigurable y tolerante a la radiación (RadPC): tiene como objetivo demostrar una tecnología informática tolerante a la radiación. Debido a la falta de atmósfera y campo magnético de la Luna, la radiación del Sol será un desafío para la electrónica. Esta investigación también caracterizará los efectos de la radiación en la superficie lunar.
– La Sonda Magnetotelúrica Lunar (LMS): diseñada para caracterizar la estructura y composición del manto de la Luna mediante el estudio de campos eléctricos y magnéticos. La investigación utilizará un magnetómetro de reserva de vuelo, un dispositivo que mide los campos magnéticos, fabricado originalmente para la nave espacial Marte Atmosphere and Vollatile EvolutioN (MAVEN) que actualmente orbita Marte.
– Instrumentación lunar para la exploración térmica del subsuelo con rapidez (LISTER): diseñado para medir el flujo de calor desde el interior de la Luna. La sonda intentará perforar entre 2 y 3 metros en el regolito lunar para investigar las propiedades térmicas de la Luna a diferentes profundidades.
– Lunar PlanetVac (LPV): una tecnología para adquirir y transferir regolito lunar desde la superficie a otros instrumentos que analizarían el material, o lo colocarían en un contenedor que otra nave espacial podría devolver a la Tierra.
– Cámaras estéreo para estudios de la superficie de la pluma lunar (SCALPSS 1.1): capturarán datos de video e imágenes fijas del área debajo del módulo de aterrizaje justo antes del punto en que la pluma del motor perturba la superficie lunar por primera vez a través del apagado del motor. Las cámaras de larga distancia focal determinarán la topografía de la superficie previa al aterrizaje. La fotogrametría se utilizará para reconstruir la superficie tridimensional cambiante durante el aterrizaje. Comprender la física del escape de cohetes en el regolito y el desplazamiento de polvo, grava, rocas, etc., es fundamental para comprender cómo mitigar mejor la eyección durante la fase terminal del vuelo / aterrizaje en la Luna y otros cuerpos celestes.
– Escudo antipolvo electrodinámico (EDS): una tecnología que genera un campo eléctrico no uniforme usando alto voltaje variable en múltiples electrodos. El campo no uniforme genera una fuerza dielectroforética (DEP) que, a su vez, mueve las partículas y tiene implicaciones potenciales para radiadores térmicos, tejidos de trajes espaciales, viseras, lentes de cámaras, paneles solares y muchas otras tecnologías.
– Experimento del receptor Lunar GNSS (LuGRE): basado en el Sistema de posicionamiento global (GPS) de EEUU, LuGRE continuará ampliando el alcance de las señales GPS y, si tiene éxito, será el primero en distinguir las señales GPS a distancias lunares.