El avión X-59 de la Nasa, la pieza central de la misión Quesst de la agencia para ayudar a permitir viajes comerciales supersónicos por tierra, tiene previsto su primer vuelo para comienzos del año próximo. La compañía Lockheed Martin fue contratada por la Nasa para diseñar, construir y realizar las pruebas de vuelo iniciales del avión.
Catherine Bahm, ingeniera aeronáutica en el Centro de Investigación de Vuelo Armstrong de la Nasa en California, es la directora del proyecto de demostración de vuelo. Su equipo es responsable de diseñar y construir el X-59. A través de la misión Quesst, la Nasa planea demostrar que el X-59 puede volar más rápido que el sonido sin generar los típicos estruendos sónicos fuertes que llevaron a la prohibición de los vuelos supersónicos sobre tierra en 1973.
El plan incluye volar el X-59 sobre varias comunidades para estudiar cómo reacciona la gente al impacto sónico más silencioso que produce, si es que escuchan algo. Sus respuestas se compartirán con los reguladores, quienes luego considerarán redactar nuevas reglas para levantar la prohibición.
Y cuando eso suceda, marcará otro hito histórico en el vuelo, abriendo potencialmente una nueva era en los viajes aéreos, donde los pasajeros de las aerolíneas podrían subirse a un avión supersónico a la hora del desayuno en Los Ángeles para hacer una reserva para el almuerzo en la ciudad de Nueva York.
Con el X-59 y su silenciosa tecnología supersónica basándose en todo lo que se ha aprendido desde que el X-1 demostró por primera vez que era posible ir más allá de Mach 1, la Nasa espera permitir que la industria haga que los vuelos más rápidos que el sonido estén disponibles para todos.
«Nos hemos quedado atrapados con nuestros aviones de pasajeros a aproximadamente Mach 0,8 durante los últimos casi 50 años, por lo que poder llegar allí, dondequiera que haya, mucho más rápido sigue siendo una especie de sueño incumplido», dijo Peter Coen, de la Nasa, director de integración de misiones para Quesst.
“El nuevo obstáculo para el vuelo supersónico es el límite de velocidad debido al efecto negativo del ruido del estampido sónico. Con el X-59 volando en la misión Quesst, creo que estamos listos para romper la barrera del sonido una vez más”, añadió Coen.
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