Luna-25, el primer módulo de aterrizaje lunar lanzado el pasado día 11 por Rusia desde el cosmódromo Vostochni, tras casi casi medio siglo, con objeto de hallar una posible fuente de agua en el polo sur de la Luna, se desplazó a una órbita equivocada, lo que llevó a una potencial colisión con la superficie lunar, comunicó la corporación espacial rusa Roscosmos.
«Según los resultados de los análisis preliminares, debido a la desviación de los parámetros de impulso reales respecto a los calculados, la nave Luna-25 se desplazó a una órbita no calculada y dejó de existir como consecuencia de una colisión con la superficie de la Luna», anunció este domingo Roscosmos en un comunicado.
En un mensaje hecho público el pasado sábado en las redes sociales, la agencia espacial rusa daba cuenta de un problema a bordo del Luna-25. «Hoy a las 14:10 se emitió la orden de eliminación de impulso de la órbita final para transferir el módulo de aterrizaje a la órbita previa al alunizaje. A bordo se produjo una situación de emergencia que no permitió realizar correctamente la maniobra. Se está analizando la situación».
Roscosmos advirtió también que en el momento de emitir la orden se perdió la conexión con Luna-25 y que todas las medidas relacionadas con la ubicación del módulo de alunizaje y el establecimiento de comunicaciones con ella tanto el sábado como el domingo resultaron inútiles.