Un equipo de científicos de la Cornell University de EEUU, respondiendo a la iniciativa “Voyage 2050” de la Agencia Espacial Europea (ESA), ha propuesto la ambiciosa misión Poseidon, para explorar con una flota de drones uno de los cuerpos más emocionantes del Sistema Solar, Titán, la luna más grande de Saturno, donde la comunidad científica cree que es posible descubrir indicios de vida.
Titán, un «mundo con dos océanos», es un cuerpo rico en materia orgánica con interacciones entre la superficie interior y la atmósfera que son comparables en complejidad a la Tierra. Titán es también uno de los pocos lugares del Sistema Solar con potencial de habitabilidad, asegura la Universidad.
La extraordinaria naturaleza de Titán fue revelada solo en parte por la misión Cassini-Huygens y aún guarda misterios que requieren una exploración completa utilizando una variedad de vehículos e instrumentos.
La misión Poseidon (Titán POlar Scout / orbitEr y módulo de aterrizaje in situ del lago DrONe explorer) realizaría investigaciones conjuntas orbitales e in situ de Titán. Está diseñada para aprovechar y superar el alcance y los logros científicos / tecnológicos de Cassini-Huygens, explorando Titán de forma que antes no era posible, en particular a través de una cobertura completa in situ y de cerca durante largos períodos de tiempo.
En la arquitectura de la misión propuesta, Poseidon consta de dos elementos principales: una nave espacial con un gran conjunto de instrumentos que orbitarían a Titán, preferiblemente en una órbita polar de baja excentricidad y un conjunto de componentes de investigación in situ, es decir, un módulo de aterrizaje de lago, un dron «pesado» (posiblemente anfibio) y / o una flota de mini-drones, dedicados a la exploración de las regiones polares.
La hora ideal de llegada a Titán sería un poco antes del próximo equinoccio de primavera del norte (2039), ya que los equinoccios son los períodos más activos para monitorear los cambios estacionales atmosféricos y superficiales aún desconocidos.
La exploración de las latitudes del norte de Titán con un orbitador y elementos in situ sería muy complementaria con la próxima misión New Frontiers Dragonfly de la Nasa que proporcionará exploración in situ de las regiones ecuatoriales de Titán a mediados de la década de 2030.