Diez años después de la tragedia del vuelo AF447 Río-París de Air France en junio de 2009 que causó la muerte de 228 personas al estrellarse el A330 en el océano Atlántico, la Justicia francesa exculpa al fabricante del avión, Airbus, y a la compañía aérea gala y responsabiliza a la tripulación.
La principal asociación de familiares de las víctimas ha anunciado su intención de apelar «una resolución que insulta a la memoria de las víctimas».
El pasado 12 de julio, la Fiscalía de París había pedido a los magistrados que sólo se procesara a la aerolínea. La Fiscalía puede apelar la decisión de los jueces.
Esta resolución está en línea con el dictamen del 30 de abril de 2014 ordenado un año antes por las jueces Sylvia Zimmermann y Sabine Kheris, tras un primer informe oficial presentado en julio de 2012 a los familiares de las víctimas. Según el contraperitaje ordenado por las jueces, las simulaciones e investigaciones «han establecido claramente el predominio de factores humanos en las causas del accidente y en los factores contribuyentes. Hemos determinado también que el accidente pudo haberse evitado, por medio de algunas acciones apropiadas de la tripulación», señalaron los cinco expertos en su informe.
Tras el accidente, el constructor aeronáutico europeo alertó a las compañías aéreas que contaban en sus flotas con aviones A330 y A340-200 para que no reconectaran el piloto automático después de una disfunción de las sondas Pitot. En el aviso se recordaba, según informó entonces la prensa francesa, que los fallos detectados en dichas sondas fueron considerados como posibles causas del accidente del A330 del vuelo Río de Janeiro-París en 2009, en el que murieron 228 personas.