La Junta General de Accionistas de International Consolidated Airlines Group (IAG), que tendrá lugar este martes en Madrid, aprobará el nombramiento de Luis Gallego como consejero ejecutivo del grupo, según figura en el orden del día. El hasta ahora presidente de la compañía aérea Iberia sucede como CEO de IAG a Willie Walsh.
El pasado mes de marzo, debido a la pandemia de Covid-19, se anunció el aplazamiento hasta el 24 de septiembre de la celebración de la Junta general de Accionistas que, finalmente, ha sido convocada para este martes en segunda convocatoria.
Tanto el presidente saliente como el entrante -los españoles Antonio Vázquez y Javier Ferrán- serán reelegidos como consejeros independientes no ejecutivos.
Otro español, Luis Gallego, llega al más alto nivel ejecutivo de uno de los principales grupos aeronáuticos de Europa en uno de los momentos más difíciles, en medio de una grave crisis sanitaria, económica y de tráfico aéreo a nivel mundial provocada por la pandemia de Covid-19 con fuertes repercusiones en la cuenta de resultados y en la reestructuración de plantillas.
El mundo se veía muy diferente cuando Walls anunció su retirada el pasado mes de enero. Las acciones de IAG estaban a un nivel alto y los beneficios del grupo se encontraban cerca del récord. Fue el momento del anuncio de la compra de Air Europa por 1.000 millones de euros.
Pocas semanas después irrumpió Covid-19 con las aerolíneas en el centro de la tormenta. Con los sindicatos en pie de guerra por los recortes de empleos, la resistencia de los accionistas a premiar con un millón de euros al CEO saliente, la necesidad de renegociar el acuerdo con Air Europa y la prolongación de la crisis de vuelos en sus rutas principales, incluidas las de Reino Unido, España y EEUU, los comienzos del nuevo CEO de IAG no parecen nada fáciles.
Es verdad que, a diferencia de sus más directos competidores, Air France-KLM y Lufthansa, IAG no ha sido rescatada por los Gobiernos y conserva su independencia y capacidad de movimientos. Pero los observadores se plantean si Luis Gallego, que fue capaz hace siete años de dar la vuelta a la aerolínea española Iberia, podrá ahora reducir los costes del grupo mientras gestiona las relaciones prácticamente rotas con sindicatos y políticos, gana la batalla a las compañías de bajo coste y emprende una estrategia que convenza a empleados y accionistas.