La Administración Federal de Aviación (FAA) de EEUU propuso la pasada semana modificaciones e inspecciones de seguridad en algunos modelos del avión Boeing 777 para evitar que las cubiertas de los motores se rompan, como sucedió en una serie de incidentes, incluido un avión de United Airlines sobre Denver a principios de este año.
«La FAA ha determinado que se necesitan más acciones para abordar las implicaciones a nivel del avión y las condiciones inseguras que resultan de las fallas de las aspas del ventilador del motor en vuelo», dijo el regulador en un comunicado el miércoles, citando tres incidentes, incluido el de Denver.
Los cambios propuestos, que no se harán públicos hasta este martes, permitirán que los aviones vuelvan a estar en servicio, están destinados a fortalecer las cubiertas del motor para evitar que las piezas se desprendan en el aire y golpeen el avión o caigan al suelo.
Es lo que ocurrió en Denver el pasado mes de febrero, cuando el motor de un B777 de United falló poco después del despegue. Su cubierta, dañada por una paleta de ventilador, se rompió y componentes metálicos cayeron en patios en un suburbio. Nadie resultó herido y el vuelo aterrizó sin problemas.
Después de ese hecho, los aviones Boeing 777 propulsados por motores Pratt Whitney fueron inmovilizados y la FAA ordenó inspecciones inmediatas de las aspas del ventilador del motor en busca de grietas que pudieran conducir a más fallas potenciales.