La Federal Administration Aviation (FAA) ha ordenado enérgicas medidas especiales contra los pasajeros rebeldes de las aerolíneas a raíz de los recientes acontecimientos ocurridos en el Capitolio, según la orden firmada el pasado miércoles por el administrador de la agencia, Steve Dickson,
La FAA ha visto un aumento inquietante en los incidentes en los que los pasajeros de las aerolíneas han interrumpido los vuelos con un comportamiento amenazante o violento. Estos incidentes se han derivado tanto de la negativa de los pasajeros a usar mascarillas como de la reciente violencia en el Capitolio de EEUU.
“Volar es el medio de transporte más seguro y firmé esta orden para mantenerlo así”, dijo el administrador Dickson.
Históricamente, la agencia ha abordado los incidentes de pasajeros rebeldes utilizando una variedad de métodos que van desde advertencias y asesoramiento hasta sanciones civiles. Sin embargo, con vigencia inmediata, la FAA no abordará estos casos con advertencias o asesoramiento. La agencia emprenderá acciones legales contra cualquier pasajero que ataque, amenace, intimide o interfiera con los miembros de la tripulación de la aerolínea. Esta política estará vigente hasta el próximo 30 de marzo.
Los pasajeros que interfieran, asalten físicamente o amenacen con asaltar físicamente a la tripulación de la aeronave o cualquier otra persona en una aeronave afrontan severas sanciones, que incluyen multas de hasta 35.000 dólares y encarcelamiento. Este comportamiento peligroso puede distraer, interrumpir y amenazar las funciones de seguridad de los miembros de la tripulación.
La FAA ha iniciado más de 1.300 acciones de cumplimiento contra pasajeros rebeldes durante los últimos 10 años, incluidos casos recientes por supuestamente interferir y agredir a los tripulantes que les indicaron que usaran mascarillas.
Si bien la FAA no tiene autoridad reguladora sobre la seguridad de la aviación o las listas de exclusión aérea, la agencia trabaja en estrecha colaboración con las fuerzas del orden federal y los socios de seguridad nacional en cualquier amenaza de seguridad informada que pueda afectar la seguridad de la aviación.