Tras la ruptura con Roscosmos por la invasión rusa de Ucrania y el retraso del cohete europeo Ariane 6, la compañía aeroespacial norteamericana SpaceX se hará cargo de los lanzamientos de las misiones Euclides y Hera de la ESA, según decisión de los Estados miembros de la agencia, tal y como anunció el pasado jueves su director general, Josef Aschbacher, al cabo de la reunión del Consejo interministerial.
“Se trata de una medida eventual”, justificó el director general de la ESA, quien la víspera había anunciado el primer lanzamiento del Ariane 6 para dentro de un año, después de varios retrasos. La ESA, por otro lado, aún está buscando otras alternativas para los lanzamientos de otras misiones que, en principio, estaban previstos con un cohete ruso Soyuz.
La misión Euclides, que se lanzará el año próximo, está diseñada para explorar la cara oculta del Universo, la materia y la energía oscura. Tratará de encontrar respuestas a las cuestiones cosmológicas del programa Cosmic Vision de la ESA. Aschbacher anunció que la misión que debía lanzarse en un cohete ruso Soyuz desde la Guayana Francesa, ahora volará a su posición L2 a bordo de un Falcon 9 de SpaceX.
Por otra parte, el director general de la ESA anunció también que la misión Hera, que se dirigirá al sistema Didymos-Dimorphos siguiendo a la sonda espacial DART de la Nasa que el mes pasado consiguió impactar con éxito en el asteroide, volará en 2024 igualmente a bordo de un Falcon 9 de Spacex en vez del Ariane 6.